Por más que en nuestra cabeza empiecen a correr escenas de la película, no tenemos ni idea de lo que vamos a emocionarnos el próximo domingo 25 de junio en La Bombonera.

De verdad, no creo que ninguno de nosotros sea capaz de asimilar lo que se viene en la última función del jugador que cambió para siempre la historia futbolística de Boca.

Verlo vestido con los colores que atraviesan a millones en el mundo, y que nos hacen sentir un poco más seguros en cualquier situación, será casi tan fuerte como la presencia del propio Lionel Messi en nuestra casa.

Los grandes volarán al pasado para reencontrarse con sus pisadas en Brasil ante Palmeiras o en Japón contra el Real Madrid para ser campeón del mundo, mientras que los más chicos verán en vivo lo que tantas veces le contaron o vieron en YouTube.

Estamos esperando esto desde aquella noche lluviosa vs. Lanús, en la que se fue revoleando la camiseta como un hincha más para dejarnos en claro que siempre será uno de los nuestros. Por eso, lo único que queda ahora, además de rezar para obtener una entrada, es disfrutar de la fiesta del tipo que con la 10 en la espalda nos invitó a soñar con lo que parecía imposible.