Después de cinco torneos, Boca fue nuevamente campeón local. Resumen del año y augurios para el que viene.
Un verano auspicioso. El Boca de Falcioni terminó invicto en los amistosos (dos victorias ante River incluídas) y el equipo se asomaba como uno de los candidatos al Clausura. La no presencia de Riquelme, por lesión, era la única duda. Somoza, Erviti y Rivero fueron las incorporaciones, Leandro y Diego anduvieron muy bien y las ilusiones del hincha eran enormes.
De menor a mayor. El comienzo del Clausura no fue como se esperaba. El 1-4 ante Godoy Cruz en La Bombonera fue una muestra de ello. El equipo no funcionó en el arranque del campeonato y las chances de ser campeón se iban perdiendo poco a poco. Falcioni no se decidió entre el 4-4-2 y el 4-3-1-2. Hubo un final de torneo mucho mejor, con diez partidos sin perder, aunque con varios empates. Se retiró el máximo goleador de la historia del club, Martín Palermo, y el hueco que dejó en la delantera era la incertidumbre para el segundo semestre.
A romper las cábalas. El plantel no hizo la pretemporada en Tandil, como siempre fue la costumbre. Curitiba, Brasil, fue la elección del cuerpo técnico y hasta allí viajaron los jugadores para ponerse en forma, de cara a una gira europea que mostró buenos pasajes de fútbol pero pocos resultados. Schiavi volvía al club y parecía solucionado el problema defensivo. Orion llegaba al arco por expreso pedido de Falcioni. Cvitanich regresaba al fútbol argentino para ser delantero titular y las ilusiones del hincha de Boca volvían a surgir.
El mejor de todos. Tras un confuso partido ante Olimpo en el arranque, Boca demostró ser el equipo más sólido y colectivo del país: campeón invicto con dos fechas de anticipación y doce puntos de ventaja sobre los escoltas. Riquelme volvía a ser la figura y Schiavi se consolidaba como ídolo. Récord para Orion, como arquero con menos goles en contra en torneos cortos. Battaglia se transformaba en el jugador con más títulos en el club. La fiesta volvía a La Bombonera.
Un 2012 de desafíos. La Copa Libertadores es el objetivo de todos. Para ello el plantel se preparará en la pretemporada, pero sin dejar de lado el Clausura y la Copa Argentina. Será el último semestre de Schiavi como jugador, y el “Flaco” se quiere retirar con títulos.
2012: ¡Vamos Boca!