Con Palacio, la Selección venció por penales a Holanda, tras igualar 0 a 0 en los 120 minutos. Romero tapó dos y fue la gran figura de la definición. Ante Alemania, por la gloria.
En un primer tiempo parejo, los dirigidos por Alejandro Sabella manejaron con criterio la pelota, intentando penetrar la marca hombre a hombre propuesta por el rival. La más clara, un tiro libre de Lionel Messi que terminó en las manos del arquero.
En la faz defensiva, Argentina logró neutralizar a Arjen Robben y compañía y no sufrió mayores complicaciones.
En el complemento, Holanda pasó a dominar la pelota, aunque recién creó peligro en el último minuto del partido, cuando Javier Mascherano cruzó con lo justo un remate de Robben. Antes lo había tenido Gonzalo Higuaín, tras un pase de Enzo Pérez, pero la pelota pegó en la cara externa del arco.
En el tiempo extra, Argentina dispuso de dos chances para definirlo: primero, Rodrigo Palacio cabeceó débil a las manos del arquero; luego, Maxi Rodríguez no enganchó bien la pelota.
Sin fortuna en la puntada final, llegaron los penales. Ahí apareció la figura de Sergio Romero, que desvió los penales de Ron Vlaar y Wesley Sneijder y le dejó la mesa servida a Maxi, que convirtió el cuarto penal y depositó a la Selección en la final.
Después de 24 años, Argentina reeditará la final del Mundial 90 ante Alemania, el domingo a las 16 en el Maracaná. Ojalá que esta vez la Copa quede en casa. ¡Vamos carajo!