Tras sus sorprendentes declaraciones antiBoca, el conductor debió explicar por qué dijo lo que dijo.
Todo comenzó en su programa de TyC Sports, donde tuvo un exabrupto y sus palabras generaron polémica. “Me tira el antiboquismo. Yo soy de San Lorenzo y odiamos a Boca”, soltó Diego Díaz. Y se armó un escándalo en las redes sociales.
En el medio del debate por las palabras del periodista, ahora apareció un video que lo incrimina más. En las imágenes se ve al conductor en la platea media de La Bombonera y burlándose de Boca. “Hace un par de años alguien sacaba del medio y hacía el gol, sí. No, no estoy en un autocine. Estoy en la ‘bostanera’. Uno de los únicos estadios que le falta una parte, ¿no?”, dice.
La polémica generada obliga a Díaz a hablar. En TyC Sports, no solo no se disculpó por lo que dijo sino que también se justificó:
“Lo primero que tengo para decir, ante el ‘escándalo’ que parecen haber provocado mis palabras es que no me arrepiento absolutamente de nada de lo que dije. A ver, para ser más claros, trabajo en TyC Sports, el canal de deportes número uno de la Argentina, conduzco un programa, tengo un lenguaje televisivo pero que a la vez no prescinde para nada de lo que puede llegar a ser una mesa de bar o de café donde se habla de fútbol”.
El texto completo:
Lo primero que tengo para decir, ante el “escándalo” que parecen haber provocado mis palabras es que no me arrepiento absolutamente de nada de lo que dije. A ver, para ser más claros, trabajo en TyC Sports, el canal de deportes número uno de la Argentina, conduzco un programa, tengo un lenguaje televisivo pero que a la vez no prescinde para nada de lo que puede llegar a ser una mesa de bar o de café donde se habla de fútbol.
Creo que le hablo o generalmente le hablo a gente futbolera, por eso siento que no tengo que traducir o explicar absolutamente nada de lo que dije. No le tengo que decir que San Lorenzo odia a Boca, lo cual no implica que si mañana voy por la calle y pasa Jorge Amor Ameal por delante de mi auto yo no le voy a tirar el auto encima, ni voy a sacar la cabeza por la ventanilla para decirle “Jorge, la puta que te parió”. No significa que yo no tenga un respeto enorme por Ameal, que no tenga un respeto enorme por Mario Pergollini, que no haya tenido en su momento también un respeto y una buena relación, que después el mismo Daniel Angelici decidió cortar, pero que haya tenido siempre una relación de respeto para con el expresidente de Boca.
Así como en su momento dije públicamente que admiré la gestión de Mauricio Macri como presidente, tampoco tengo que ocultarle a nadie, por más que se ofenda algún hincha de San Lorenzo, que amo profundamente a Juan Román Riquelme. Lo amo profundamente. Fui dos veces a comer un asado a la casa de él y para mi fue uno de los días más felices de mi vida, del mundo que tiene que ver con mi relación con el fútbol. Porque fui a comer a la casa de Riquelme y estaba comiendo no el periodista de TyC Sports, estaba comiendo un fanático. Un fanático del fútbol, lo que es decir un fanático de Riquelme.
Hoy particularmente le podría decir a más de uno contándole una intimidad que no tengo un solo teléfono de un solo jugador de fútbol de San Lorenzo y sin nombrarlos voy a decir que tengo dos números de dos jugadores de Boca, con los cuales hablo periódicamente y a los cuales les deseo permanentemente lo mejor. Ellos saben que soy sincero.
Sí puedo decirles además que nunca hablé desde que llegó, por ejemplo, con Mariano Soso en San Lorenzo, pero sí con el que hablo permanentemente es con Israel Damonte y San Lorenzo odia a Huracán también, como Huracán odia a San Lorenzo. A nadie le tengo que explicar lo que significa el odio de un club a otro o de un equipo a otro cuando uno juega un partido o cuando quiere que su camiseta esté por encima de la otra.
Y estos hombres, los jugadores de Boca con los que hablo y el técnico de Huracán, saben que soy absolutamente sincero cada vez que les hablo, no les hablo para pedirles una nota. En más de una oportunidad les hablé a estos jugadores de Boca felicitándolos por sus tareas, felicitándolos por sus triunfos y saben que soy totalmente sincero. Como lo mismo he hecho más de una vez con Juan Román Riquelme.
Entonces, desde ese lado tengo totalmente claro lo que significa el odio futbolero. Hablo para gente que, ¿cómo decirlo? tiene un nivel aunque sea medio de entendimiento. No para aquellos que pusieron esto en un lugar de escándalo o de animalada por las cosas que había dicho un tipo que trabaja en los medios o un generador de opinión. Es que si algunos quieren que les digan permanentemente lo que quieren escuchar, que no cuenten conmigo. Porque yo algunas veces, y no es por ser el vengador anónimo, les voy a decir por ahí algo que no quieren escuchar, siempre les voy a decir lo que pienso y soy admirador profundo de Marcelo Gallardo y me encanta este River, por más que pueda perder o no esta Copa Libertadores o le vaya como le vaya en los próximos compromisos.
Me parece que, en un fútbol absolutamente pobre, como el que tenemos, el fútbol de Gallardo es algo totalmente distintivo en estos últimos años en la Argentina. Ahora, si juega mañana River con San Lorenzo, yo quiero que San Lorenzo gane, con un gol dudoso en el último minuto o que gane quince a cero. ¿Qué parte tendría que explicar o qué parte no se entiende? Ni siquiera soy un tipo que se proclama periodista como para tener que defender la profesión, que respeto y mucho por los tipos que la desarrollan de la manera que la desarrollan… Fernando Niembro, Enrique Macaya Márquez, Ariel Senosiain y compañía, por poner ejemplos también de esta generación.
Ahora, si hay algo que no fui es un tipo políticamente correcto desde el momento que entré a trabajar y desde el momento que me contrató TyC Sports, porque ya entré con el dato de que era hincha de San Lorenzo entonces ya desde ese lado, si alguno me critica la objetividad, le digo que la objetividad la vayan a buscar en otro aspecto de la vida, que para mi no existe en ninguno porque desde el momento que hablo desde mi ya soy subjetivo. No me interesa la objetividad porque no la voy a alcanzar nunca, porque siempre hablo desde mí, desde lo que veo, desde lo que observo y desde lo que me gusta y me emociona. Como me emocionaba y como hubiera pagado una entrada para ver a Juan Román Riquelme o como hubiera pagado una entrada para ver a Mariano Dalla Libera cuando jugaba en Huracán, que era mi amigo y que quería que le vaya bien. Pero como nunca voy a poder mentirles, al Boca de Román y al Huracán de Dalla Libera o al Huracán de Damonte quiero hacerle 25 goles y futbolísticamente como buen hincha de fútbol y como buen hincha de San Lorenzo, con comillas o sin comillas, los odio y no tengo nada de que arrepentirme de lo que dije. Para el que no lo entendió, lo lamento, no creo que sea tan difícil.