En esta sección, hablamos exclusivamente de fútbol: esquemas, cambios, asociaciones y más. En esta entrega, la derrota del Xeneize en Liniers.
Formación inicial: la vuelta de Sánchez Miño y la aparición de Rivero eran las novedades. También la salida de Martínez, para que el equipo se pare con un 4-4-1-1 flexible, ya que por momentos Acosta actuaba como extremo.
La espalda del “Cata” Díaz: se observó en la primera jugada de peligro del partido y se repitió en varias oportunidades. El retroceso en la zona Díaz-Marín/Grana es el principal déficit de la fase defensiva del equipo. Por detrás del “Cata” surgió Zárate y casi marca el primero.
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El 1 a 0: capítulo clave del duelo Zárate-Díaz, que terminó siendo ampliamente favorable para el atacante. Mauro tiene suerte en el control, la pelota se le escapa pero le queda en muy buena posición. Por el contrario, el defensor siguió de largo y quedó incómodo para tapar el remate.
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Gigliotti, más solo que nunca: el delantero, como ante Newell’s, recibió pocas asistencias y debió arreglárselas por su cuenta. Tuvo su gran chance en esa milagrosa jugada en la que Sosa se vistió de héroe.
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Un mediocampo apagado: Rivero cumplió y mostró actitud. Sánchez Miño tuvo buenos pasajes y fue de lo mejor en ataque. Pero lo de Gago y Ledesma volvió a decepcionar. Encargados del quite y la salida, tiraron abajo al equipo. Marcas tibias, poca intensidad, falta de “ambición, malicia”, como dijo el entrenador. En deuda.
¿Faltó el ingreso de Riquelme?: Bianchi no agotó los cambios y el enganche se quedó sin ingresar. “Hubiese sido un desgaste inútil”, dijo el DT luego. Si bien el capitán podría haberle aportado profundidad y manejo al equipo, ¿hubiese cambiado algo realmente? El juego estaba “muerto” y el resultado parecía puesto, Vélez tenía controlado el partido. Queda la incógnita.
Los cambios de Bianchi: Juan Manuel Martínez ingresó por Rivero para aportar desequilibrio al ataque, algo que estaba faltando. Lo mismo con Diego Perotti por la otra banda (salió Insúa). ¿Por qué no hubo un tercer cambio, más allá de que sea Riquelme o no el que entre?
Para trabajar: el retroceso defensivo, la poca agresividad en el mediocampo y la soledad del centrodelantero. Faltan sociedades en ataque.