En esta sección, hablamos exclusivamente de fútbol: esquemas, cambios, asociaciones y más. En esta entrega, la derrota del Xeneize ante el “Cuervo”.
Formación inicial: con las ausencias de Riquelme y Gago, Bianchi debió utilizar un esquema 4-4-2 con doble cinco. Ahí estuvieron Ribair y Ledesma, con Méndez y Sánchez Miño en las bandas. Erbes como lateral derecho, relegado a lo defensivo y sin tantas apariciones adelante. Martínez suelto y Gigliotti como referencia en el área.
El hueco entre Díaz y Erbes: San Lorenzo atacó, y mucho, por las bandas. Pero más lo hizo por el sector derecho de la defensa de Boca. Ahí encontraron el espacio libre que siempre dejaron el lateral y el central. Correa tuvo más de una ocasión por ese flanco.
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La ausencia del mediocampo: Ribair no estuvo firme en la marca y Ledesma no colaboró. Sánchez Miño estuvo poco activo y Méndez casi ni entró en juego. Sin Riquelme ni Gago, Boca no pudo generar juego y tampoco logró frenar los avances del rival.
El 1 a 0: Piatti desborda a Erbes y asiste a Correa, quien frena la pelota y entre Díaz y Ribair, ambos muy estáticos. Orion no se espera esta acción y el fuerte remate lo toma por sorpresa. Nada por hacer para el arquero, el error es defensivo.
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Gigliotti, solitario: muchas veces ocurre que un equipo anda bien pero su delantero no aparece. En esta ocasión fue al revés: Emmanuel no estuvo rodeado y fue muy poco asistido pero aún así se valió de si mismo para generar situaciones. Pudo haber convertido. Generó la jugada del penal que hubiera sido el empate.
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Los cambios de Bianchi: Claudio Riaño ingresó por Sánchez Miño, y ahí Martínez se paró como enganche. Cuando Leandro Paredes reemplazó a Ribair, el equipo quedó con tres delanteros y un mediapunta.
Para trabajar: la marca y presión en el mediocampo, la poca generación de juego, los relevos, y las desatenciones a la hora de defender.
