En esta sección, hablamos exclusivamente de fútbol: esquemas, cambios, asociaciones y más. En esta entrega, la victoria del Xeneize en La Bombonera.
Formación inicial: las cinco amarillas de Méndez y la lesión de Sánchez Miño obligaron, una vez más, a Bianchi a realizar cambios. Caruzzo fue el lateral derecho, y Paredes reemplazó al “Gordo”. Riquelme fue el enganche, con el zurdo y Erbes detrás suyo. Ledesma de volante central, y adelante Martínez y Gigliotti. Un 4-3-1-2 ofensivo.
El rol de Paredes: si bien entró en lugar de Sánchez Miño, el volante jugó casi todo el partido en la banda derecha. Bianchi luego explicó en conferencia que no quiso pegarlo a Riquelme en la izquierda, para poder tener a dos jugadores creativos en todo el campo. Si bien fue algo intermitente, la pegada de Leandro apareció en el momento justo y eso sube la consideración de su desempeño.
El 1 a 0: Leone tira un centro muy peligroso al medio del área. Pérez sabe que detrás suyo hay un delantero de Tigre y por eso quiere despejar. Pero rechaza mal y se le va al arco. Orion la toca pero no llega a sacarla.
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Esta vez Boca no falló en definición: se encontró con un arquero en gran nivel. Javier García impidió que el resultado cambie en el primer tiempo porque tapó, al menos, tres jugadas claras de gol. Soberbia actuación del exjugador Xeneize.
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El 1 a 1: jugada preparada. Lo admitió el “Virrey” después, se practicó en la semana y salió. Riquelme amaga con tirar el centro pero le sirve la pelota a Paredes, que no estaba siendo marcado y puede pegarle con total comodidad. Golazo.
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Los “cinco delanteros”: si bien puede pensarse que Bianchi mandó a tres atacantes más para sumar gente en el área, hay que decir que todos estuvieron bien ubicados. Cángele ocupó la banda derecha y desbordó en todo momento, bien acoplado con Martínez. Riaño buscó por el centro, un poco tirado atrás, y supo molestar a los defensores de Tigre. A Blandi le costó un poco más: se chocaron demasiado con Gigliotti. Les cuesta jugar juntos. El DT manifestó que Nicolás no entendió que debían arrastrarse las marcas con Emmanuel para que alguno de los dos quede libre.
El 2 a 1: Riquelme se hace cargo de la jugada. Toca y recibe, mira, elige y le tira el centro al “Cata” Díaz, que en soledad marca de cabeza. Un gol pensado y muy bien ejecutado.
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Los cambios de Bianchi: se la jugó. “Podía salir mal, pero salió bien”, explicó a la prensa. Franco Cángele, Nicolás Blandi y Claudio Riaño, tres delanteros, en lugar de Pablo Ledesma, Matías Caruzzo y Cristian Erbes, dos volantes y un defensor. Boca atacó con siete jugadores: cinco delanteros y dos mediapuntas.
Para trabajar: por momentos hubo falta de profundidad, sobre todo cuando en el segundo tiempo Tigre se tiró atrás. Hay que saber trabajar ante un equipo que viene a defenderse.
