En esta sección, hablamos exclusivamente de fútbol: esquemas, cambios, asociaciones y más. En esta entrega, la victoria del Xeneize en Mar del Plata.
Formación inicial: los titulares. Luego de alternar en los encuentros anteriores, incluido el Superclásico, Arruabarrena optó por el mejor equipo posible en el primer encuentro oficial del año. Burdisso se ganó el puesto en los amistosos y Carrizo fue el vencedor de la pulseada con Chávez. Un 4-3-3 bien marcado, con Gago como protagonista.
Calleri, trabajador incansable: es centrodelantero pero no se atañe a esperar que le llegue la pelota. Ayer lo demostró. Se retrasó para aportar en el juego, pivoteó y luchó cada pelota dividida. Fue la figura.
El 1 a 0: todo de Colazo. El lateral recibió y se acomodó muy bien, aprovechando la tibia marca rival. Sacó un zurdazo inatajable que le dio a Boca la tranquilidad necesaria para afrontar el resto del partido.
Centrales sólidos: pese a algunos errores a los que ya estamos acostumbrados, Díaz y Burdisso anduvieron bien. Seguros y bien coordinados, es una buena noticia para el “Vasco” que le hayan respondido bien.
La deuda estuvo en los extremos: Martínez arrancó bien pero se fue apagando. Carrizo nunca pudo desequilibrar. Flojo partido de ambos, que aún así algo aportaron pero que no lograron la actuación que se esperaba.
Flojos para liquidarlo: Boca tuvo situaciones de gol, y fueron varias, pero falló en la definición. De todas formas, el trabajo de generación estuvo aprobado.
Los cambios de Arruabarrena: Chávez reemplazó a Martínez, en un cambio poco entendible dadas las condiciones del encuentro, que pedía más el ingresó de Pablo Pérez. El volante ingresó bastante después, por Carrizo. Boca terminó jugando 4-4-2.
Para mejorar: la deuda principal estuvo en la definición, dado el contexto. Vélez casi no atacó pero en otro partido, ese error pudo haberse pagado caro.