El delantero es observado desde cerca por un grande del país vecino. Enterate todos los detalles.
Ramón Ábila continúa recuperándose de la intervención por una hernia inguinal y trabajando para estar, lo antes posible, a disposición de Miguel Ángel Russo y el resto del equipo. Sus goles hacen falta y a pesar de sus repetidas suplencias, no hay dudas que fue una pieza clave para conseguir la Copa Diego Armando Maradona a principios de este año.
Mientras Wanchope se mantiene enfocado en lo que viene, no solo por el ámbito local sino también pensando en lo internacional -en abril se inicia la Copa Libertadores de América-, un club grande del país vecino posó sus ojos en el delantero y sueña con contar con sus servicio de cara al futuro. Se trata, nada más y nada menos, que de Peñarol de Uruguay.
Según informó el periodista Wilson Méndez, del medio Padre y Decano, el interés es real y por el momento, solo se consultó por su situación contractual y otros detalles. Sin lugar a dudas, para quedarse con él deberían hacer un importante esfuerzo económico ya que es de los delanteros mejores cotizados del continente. Desde Uruguay opinan que “puede darle el salto de calidad al avance del Carbonero”.
De todas formas, más allá de esto, cabe destacar que todavía no hay charlas oficiales entre los clubes y mucho menos, algún ofrecimiento -sea formal o informal-. Recordemos que, a mediados del 2019, Boca adquirió la totalidad de su pase desembolsando 1,9 millones de dólares. Junto a esto, más una mejora de contrato, se instaló una cláusula de recisión cercana a los 17 millones de dólares asegurando su futuro en la institución.
Con la pandemia de por medio y las diferentes crisis económicas que se desataron en los diferentes puntos del mundo a causa del coronavirus, aquellas cifras parecen más que irrisorias. Pero, más allá de esto, su vínculo con Boca vence el 30 de junio del 2022 y parece poco probable que Wancho, cómodo y muy querido por los hinchas, decida no seguir. En el caso de llegar una propuesta, se analizará pero hoy, la chance está lejos.