El Boca de Sebastián Battaglia pasó la zona de turbulencia, sumó tres triunfos al hilo (contando torneo local y Libertadores), sacó la cabeza del agua y ganó confianza en base a algunos buenos resultados. Sin embargo, la exigencia de este club ha sido siempre la misma y el manual indica que lo que viene será más importante que lo que pasó. Por eso, lo que ocurra esta noche en la Bombonera frente a Defensa y Justicia servirá de termómetro para las próximas semanas.
Estar a la altura
El resultado final siempre será lo más importante en el fútbol, de eso no hay ningún tipo de dudas. En este deporte no existen los merecimientos, claro está, pero las formas siempre importan. Por eso, más allá de cómo termine la jornada para el Xeneize, será vital que el equipo deje una buena imagen dentro del campo. La camiseta no solo exige sumar de a tres, sino también ser representada con los valores de toda la vida.
Saber leer el partido
De la mano de Sebastián Beccacece, Defensa encontró una identidad clara de juego y se convirtió en uno de los equipos que mejor rendimiento tiene en el plano doméstico. Sabe lo que quiere, cómo lo quiere y cuál es el camino a seguir para conseguirlo. No se traiciona. Boca, un tanto alejado de esto, tiene hoy una chance importante para responder desde lo táctico y no hacer agua. Si Battaglia lee bien el cruce, el equipo quedará más cerca de responder con creces.
Aprovechar a la gente
La serie de cuartos de final ante el Halcón le da a Boca el privilegio (por haber terminado en mejor posición que su rival) de jugar con su público y en su estadio. Sin dudas, un condimento especial que los dirigidos por Battaglia deberán aprovechar para ir en busca de las semifinales. La presión de los fieles que coparán el Alberto J. Armando debe ser para los rivales, nunca para los de azul y oro.