El flamante refuerzo Xeneize habló con Olé, a horas de sumarse al plantel en Curitiba. Sus sensaciones, la Bombonera y un gol con la azul y oro, entre otros temas que te interesan.

Fue el tercero, llegó hace horas al país y estampó su firma. Pero Franco Sosa ya empezó a vivir hace algunos días lo que genera la sola posibilidad de jugar en Boca:

Es tremendo. Cuando todavía eran rumores, la gente me cruzaba en la calle y ya me deseaba suerte, todos me preguntaban por Boca.

Es difícil. Recién le contaba a mi representante que mientras se dilataba la firma tenía nervios y no tomaba dimensión real de lo que estaba pasando. Es increíble, pero ahora hay que demostrar adentro de la cancha. Uno puede hablar mil cosas antes, pero la verdad se ve cuando empiece el campeonato.

Aunque aclaró que no le da miedo el Mundo Boca:

No, es una presión muy linda. A mí me gusta, uno viene a afrontar eso. Yo prefiero que me alienten o me puteen 60 mil personas antes de que no vaya nadie a la cancha. El fútbol en definitiva es eso, la pasión de los hinchas.

Franco recuerda cuando convirtió en la Bombonera:

El día que me tocó hacer un gol, jugando para Racing. Cuando lo enfrentás, siempre te imaginas la posibilidad de vestir esta camiseta, jugar con las tribunas llenas en este estadio. Todos dicen que late y ahora lo voy a ver desde adentro.

La camiseta del debut en Boca, quedará en familia:

Es para mi señora. En estos días tuve como mil llamados, mil pedidos. Siempre me llaman mis amigos o gente conocida y me avisan: “La primera me la tenés que guardar”. Pero mi esposa dice que están locos, que se la va a quedar ella.

Por supuesto, el ex Gimnasia de Jujuy y Racing habló de su forma de jugar y dónde puede desempeñarse:

Jugué de todos los números. De chico jugaba de central, después, Arzubialde me hizo jugar de cuatro, fue el primero que me puso ahí. Con el correr del tiempo, me fueron probando en otros lugares. Pancho Ferraro me ha puesto de 5, Caruso de 8, con él jugué en todos lados. Acá voy a aportar desde donde me toque, voy a luchar para poder devolver en la cancha la confianza que depositaron en mí.

Y no quiso compararse con Hugo Ibarra, aunque llega a jugar en su puesto:

Uno trata de no compararse, encima el Negro es un jugadorazo, tiene una historia tremenda en este club. Yo vengo a aportar lo mío para el equipo.

Sabido es que Sosa le pega muy bien a los tiros libres, y el defensor sueña con poder convertir uno jugando para Boca:

Por ahí se hace difícil porque Riquelme siempre patea y lo hace bárbaro, pero Dios quiera que en alguna oportunidad me pueda tocar a mí. Es hermoso el solo hecho de imaginar algo así.