Boca terminó con dos jugadores más, pero no tuvo inteligencia para aprovecharlo e igualó 0-0 frente a Racing.

Desde el comienzo del partido se lo vio mejor a Boca. Con más claridad y posesión de pelota, generó las chances más claras ante un rival que prácticamente no atacó.

Rolando Schiavi lo tuvo de cabeza dos veces, pero la primera chocó con Sebastián Saja y la segunda salió desviada. Otro que intentó fue Diego Rivero, pero también se topó con el seguro arquero de Racing.

La Academia las pocas veces que generó peligro lo hizo de contragolpe a espaldas de Clemente Rodríguez, pero la única ocasión clara fue un remate de Gabriel Hauche que Agustín Orión despejó al corner.

El dueño de casa manejaba bien el balón en tres cuartos de cancha y elegía atacar por los costados, pero le faltaba algo de precisión en los últimos metros. De todas maneras, Boca dio la sensación de estar un paso por delante que su rival y si no fuera por Saja se habría ido al descanso ganando.

A los cinco minutos del complemento, Agustín Pelletieri fue amonestado por segunda vez y se ganó la roja. Enseguida, Pablo Mouche mandó un centro desde la izquierda, Blandi cabeceó y el portero de la visita desvió el remate.

Más allá del hombre de más, el conjunto de la Ribera no dio la sensación de saber aprovecharlo del todo, más allá de que siguió contando con las mejores ocasiones. El partido se tornó aburrido y monótono y Racing de contra generaba algún que otro sobresalto.

A la media hora, Teófilo Gutiérrez simuló una infracción, protesto de forma desmedida y Pitana le mostró la segunda tarjeta amarilla. Aún así, Boca no pudo aprovechar la superioridad numérica ni fue inteligente para sacar provecho de los espacios lógicos que la Academia dejó atrás luego de quedarse con nueve.

Fue 0-0. El Xeneize conserva los ocho puntos de diferencia y sigue puntero con comodidad, pero las circunstancias del encuentro hacen pensar que se perdieron dos puntos. Hoy faltó inteligencia y se extrañó más que nunca a Juan Román Riquelme.