Boca ha hecho méritos suficientes para estar ahí arriba peleando el campeonato y con chances concretas de ser campeón a dos fechas de la finalización de la Liga Profesional. Eso de que tiene suerte o que gana de casualidad pudo haber sido una justificación pasajera, pero ya no corre.
Hugo Ibarra se acomodó en el cargo, logró bajar un mensaje simple y tuvo buena aceptación dentro del plantel. Los jugadores le responden y lo sostienen. El equipo no brilla desde lo colectivo, pero hace lo que tiene que hacer cualquiera que intente llegar con aspiraciones al final: ganar.
Sin embargo, pese a los 15 encuentros que el Único Grande estuvo sin conocer la derrota, el nivel futbolístico es algo que inquieta. Lo saben los hinchas y también el DT, que prepara algunos cambios para visitar a Gimnasia (LP) y apostaría por Martín Payero y Óscar Romero para tener más volumen de juego en la zona de creación.
Con el paraguayo y el exBanfield de titulares, sumado a Alan Varela, uno de los puntos más altos de Boca, el fútbol que faltó en Rosario podría hacerse presente en El Bosque. Si los futbolistas mencionados están finos, el equipo crece. Y si el equipo crece, el camino hacia una nueva victoria será mucho más transitable.