El 15 de mayo de 2013, Boca visitó a Corinthians en Brasil. El partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final terminó con feliz para el Xeneize, que igualó en uno y accedió a la siguiente ronda gracias a la diferencia en el global.
Lo más destacado del encuentro en San Pablo fue el golazo que marcó Juan Román Riquelme, quien apuró un tiro libre con Cristian Erbes y sorprendió a todos con un remate desde le derecha que se metió en el segundo palo del arquero rival.
El festejo del histórico número 10 por detrás del arco todavía puede recordarse, al igual que el grito de los casi tres mil hinchas boquenses que hicieron el aguante en el Estadio Pacaembú. Hoy, en la previa de un nuevo choque frente al Timao, vale la pena recordar semejante obra del Torero.