Boca Juniors superó por 2-0 a Argentinos, con goles de Palermo y Riquelme. Tras un gran primer tiempo, el Xeneize bajó su rendimiento en el complemento. Y se viene River…

En el inicio del partido, Boca Juniors golpeó primero en La Paternal. A los 3 minutos, Mouche encaró por derecha, pateó al arco y, tras un rebote de Navarro, Palermo la mandó a guardar. El “Titán” aprovechó la mala respuesta del arquero para colocarla de cabeza por entre las piernas del uno.

Argentinos Juniors sintió el golpe y salió en busca del empate, pero sus ataques fueron bastante desordenados y no causaron peligro a Lucchetti. Los dirigidos por Falcioni tuvieron otra nueva chance a través de un remate de media distancia de Riquelme, que contuvo de buena forma el portero local.

A los 19, Berardo le cometió una falta en el borde del área a Chávez. Riquelme se encargó de canjearlo por gol. El diez sacó un fuerte remate que dejó sin chances a Navarro y así amplió la ventaja en el marcador.

Cinco minutos más tarde, Berardo volvería a aparecer en escena, pero esta vez en ataque: el juvenil sacó un centro que terminó dando en el poste izquierdo de Lucchetti. A la jugada siguiente, Palermo contestó y, tras habilitación de Mouche, hizo temblar el travesaño del arco opuesto.

Desde ahí hasta el cierre del primer tiempo, el partido perdió intensidad y las llegadas fueron cada vez más esporádicas. Sobre el tiempo cumplido, Mouche probó con un zurdazo pero encontró bien ubicado a Navarro.

Boca controló la tenencia del balón, mientras que el “Bicho” estuvo bastante desconcertado y no supo responder ante la adversidad. El Xeneize tuvo un gran rendimiento en la primera etapa y logró plasmar esa superioridad en el marcador.

Riquelme dejó la cancha por una sobrecarga en el aductor y en su lugar ingresó Erviti. El diez vio la amarilla por sacarse la camiseta al término de los primeros 45 minutos.

En el inicio del complemento, Argentinos inquietó por partida doble. Primero con un tiro de Hernández, que se desvió con lo justo en Colazo y, luego, con un cabezazo de Berardo, que contuvo Lucchetti.

El Xeneize perdió la pelota y el local lo fue empujando poco a poco contra su arco. Las oportunas apariciones del arquero azul y oro y la mala puntería de los hombres del “Bicho” hicieron que el “Laucha” mantenga el arco en cero.

Falcioni movió el banco y alternó la dupla te ataque: Viatri y Noir ingresaron por Palermo y Mouche, respectivamente.

El pitido de Loustau le puso fin a la angustiosa espera de todos los hinchas y Boca volvió a sumar de a tres. Durante todo el segundo tiempo, el equipo fue una sombra de lo mostrado en el primero y se aferró a defender la diferencia marcada en la etapa inicial.

El entrenador debe tener en cuenta la baja en el rendimiento en el complemento en los últimos dos partidos para que no vuelva a ocurrir nuevamente en el próximo,  que es nada más y nada menos que ante River.

Ahora, a disfrutar. Desde el primer entrenamiento semanal, el chip estará puesto en el superclásico, que ya se vive.