Es cierto, el arco Xeneize no descansa ni aunque sea una noche tranquila. Donde todo parecía estar controlado y cuando los tres palos no estaban en peligro, llegó lo peor.
Era una buena oportunidad para que Agustín Orion mantenga la valla invicta y agarre confianza para las finales que quedan hasta el final del campeonato, pero los errores aparecieron. Aunque esta vez no fueron del arquero.
En un partido casi sin trabajo para él, participó en el juego con los pies. Más que nada durante el primer tiempo, que los laterales lo utilizaban para descargar hacia atrás y poder salir. Siempre lo hizo bien y sin complicaciones. Por ahí faltó algo de precisión en los pelotazos largos, pero en general fueron eficaces y sencillos. También optó por salir jugando con los defensores. Se lo vio muy tranquilo en ese aspecto.
Los balones aéreos no llegaron nunca. El rival no propuso más que el contraataque, como en una jugada en el minuto siete del segundo tiempo, donde un pase en profundidad para Blanco pudo haber complicado a Orion. Pero no pasó a mayores. El arquero dudó en salir más allá del área grande, se quedó y, con la ayuda de Andrés Cubas, pudieron dominar la pelota.
San Lorenzo parecía conforme con el empate y Boca quería sumar de a tres. La suerte no estuvo del lado del “Xeneize”, ya que sobre el final del partido, a los visitantes les cayó un regalo del cielo. Rodrigo Bentancur, dudando en la salida del área, le dio la pelota a Matos y no perdonó mano a mano con Orion. El arquero, sorprendido y descolocado por la mala entrega del volante, hizo que no pueda evitar el único gol del partido. Nada para hacer.
Por desgracia no se pudo mantener el arco en cero y lo más triste: perder el primer puesto del campeonato. Los cambios propuestos por Arruabarrena no ayudaron mucho al arquero, más que nada la entrada de Luciano Monzón que hizo que el equipo de Bauza tenga un poco de ventaja en el sector izquierdo. Solo queda mejorar.
En síntesis: Partido tranquilo para Orion, que por desgracia no pudo salvar a Boca en el mano a mano con Matos. No tuvo errores a lo largo del encuentro.