Se habló mucho de las ausencias que tuvo Boca para la ida ante Alianza Lima, pero lo más importante no aparece: la idea de Fernando Gago. ¿Cuál fue el propósito del equipo que armó el director técnico? ¿Hace falta cambiar tanto? ¿Qué buscó en el mediocampo?
Con este planteo no solo se apunta al entrenador. Es el máximo responsable, pero no el único. También hay una clara falencia de los jugadores para jugar el primer partido en la Copa Libertadores 2025.
Los cambios de Gago que no funcionaron en Lima
Puntualizando en la planificación de Gago para esta ida, surge la pregunta de si hacían falta tantos cambios de un partido a otro, independientemente de todas las bajas que se mencionaron en los días previos. Lucas Blondel, por ejemplo, pasó de no jugar a completar los 90 minutos.
En la defensa, Lautaro Di Lollo jugó por izquierda cuando nunca funcionó en ese sector. Y el DT decidió retroceder a Rodrigo Battaglia, cuando el plan era otro: que juegue como volante central, algo que no ocurrió. Mateo Mendía, que era el reemplazante natural a Ayrton Costa, se quedó sin minutos. Habrá que preguntarse si tantos cambios no pueden marear al plantel.
Lo que viene: ¿cómo cambiar este rendimiento y dar vuelta la serie?
A la espera de que se sumen Edinson Cavani, Milton Delgado, Luis Advíncula, Ander Herrera y tal vez Marcos Rojo, otra incógnita es si el poder individual que te dan estas figuras puede impactar realmente en lo colectivo y cambiar la ecuación de cara a la revancha en La Bombonera.
La muestra que dejó Boca en Lima denota una ausencia de juego colectivo por encima de las individualidades. A eso, claro, se le sumó la falta de rebeldía del equipo en el campo de juego de Alianza. Mucho por trabajar en poco tiempo, pero Boca todavía está en partido y debe salir a dar vuelta la serie de local.