Pese a que el plantel recién llegó esta mañana a Buenos Aires, todos entrenaron por la tarde, en Casa Amarilla. Hubo buen humor y fútbol reducido.

Con la alegría que dejó la clasificación a cuartos de final de la Copa Libertadores, el plantel de Boca se entrenó esta tarde en Casa Amarilla. Es que la agenda Xeneize está cargada y ya debe pensar en el próximo compromiso: ante Colón, en La Bombonera, y sin público.

Los que jugaron desde el arranque ante Corinthians, realizaron un trote liviano y ejercicios regenerativos.

Por otra parte, los que estarán el sábado trabajaron con pelota y luego participaron en un fútbol reducido.

Los lesionados estuvieron aparte: se vio trotar a Ribair, Cellay y Ledesma. Los tres buscan recuperarse de sus lesiones y ponerse a las órdenes de Carlos Bianchi cuanto antes. El “Virrey” los necesita.