La primera gran jugada de peligro la armó Emanuel Insúa. Esa diagonal con enganche incluido que dejó solo a Juan Sánchez Miño posibilitó la apertura del marcador.
Ya en el segundo tiempo, Luciano Acosta abrió para Emmanuel Gigliotti y de ahí surgió el segundo gol, de Cristian Erbes. Esa efectividad que Boca tuvo en Avellaneda es lo que quiere Carlos Bianchi.
En el primer turno de entrenamientos de la jornada de miércoles, el “Virrey” armó un ensayo de definición. Los volantes y laterales tiraron centros desde ambas bandas y la tarea de los delanteros fue convertir.
Del otro lado, los defensores centrales practicaron despejes y marcas en zona. En partidos cerrados, es muy importante ser certero. Eso busca el DT.