La magnitud de Boca es muy grande y todos aquellos futbolistas que tienen el privilegio de jugar en el club, toman dimensión de todo lo que se vive diariamente. El mundo del conjunto azul y oro es diferente a otras instituciones y se confirma en muchísimas declaraciones.  

Uno de los que ratifica esto es Darío Cvitanich, quien tuvo un paso en la institución entre 2011 y 2012. Surgido de Banfield, el delantero fue transferido a Ajax y allí jugó algunas temporadas, para luego recaer en el club de la Ribera donde formó parte del equipo que se consagró invicto en el Torneo Apertura de la mano de Julio César Falcioni como entrenador. 

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En aquella época, disputó 40 partidos entre campeonatos locales e internacionales y anotó 10 goles dejándole una buena imagen a los hinchas. A 12 años de su incorporación al Único Grande, el ex Niza y Pachuca recordó su llegada al país en declaraciones con ESPN.  

Volví de Ajax a Boca, había cámaras y todo. Me dije: ‘¿A dónde vine?’. Mis compañeros del colegio me miraban como diciendo ‘¿lo saludo o no? ¿Se acordará de mí?’. Nunca entendí por qué tomaban esa distancia. Me costó asimilarlo”, indicó el exatacante. 

Rememorando aquellos hechos, nombró a dos ídolos en particular: “Fue lindo. Tuvimos siempre el mismo consejo entre Flaco Schiavi y Román Riquelme, que no le demos bola a lo de afuera y nos concentremos en lo de adentro, y la pasé bien. Decidí no darle bola a lo de afuera. Pero te sentís observado, vas a comer y te dicen que no pagues la cuenta“.