Boca se prepara para afrontar un 2023 cargado de competencias. El Xeneize no solo aparece como uno de los favoritos para quedarse con los torneos locales, sino también es uno de los cabeza de serie para el sorteo de la fase de grupos de la Copa Libertadores de América.

Con un plantel conformado por futbolistas de jerarquía y con el deseo por parte del Consejo de Fútbol de sumar algunas caras nuevas para seguir potenciándolo, el Único Grande sueña con dar el golpe en la temporada entrante y seguir agrandando el escudo.

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Hugo Ibarra fue ratificado en el cargo y estará, como mínimo, 12 meses más al frente del cuerpo técnico. El entrenador que consiguió la Liga Profesional anterior tendrá varios desafíos por delante, entre ellos encontrar una defensa sólida en el inicio de la temporada y suplir las bajas de Marcos Rojo (lesionado) y Carlos Zambrano (rescindió contrato con el Club).

Además, otra de las tareas del “Negro” será ver cómo su equipo puede adquirir mayor volumen de juego para sostenerse en el tiempo. Hasta ahora, el balance es más que positivo, sobre todo desde los resultados, pero Boca necesita aferrarse a un estilo y una idea futbolística para poder sostenerse en el tiempo.

Los juveniles ocuparán un rol protagónico, por eso el regreso de Exequiel Zeballos será fundamental para el Único Grande. Además, Luca Langoni intentará sostenerse, Ezequiel Fernández asentarse tras su buen paso por Tigre y Valentini meterse en la disputa por un lugar.

Y por último, algo no menor, el Boca de Ibarra tendrá que plasmar la superioridad que logró en el ámbito local pero en el plano internacional. La Libertadores, un torneo que siempre exige un plus, aparece como el gran objetivo del año y la ilusión de los hinchas volvió a renovarse a partir del 1° de enero.