Boca perdió en el último minuto 4-5 como local ante Independiente, en un partido en el que el Xeneize fue superior y demostró gran juego en ataque; pero que, en defensa, volvió a cometer descuidos. Falcioni pierde el invicto en torneos locales.

Derrota de Boca en un partidazo en La Bombonera. El Xeneize llegaba como puntero del campeonato y jugaba ante el último pero, como todo clásico, este era un partido aparte ante Independiente. Tras varios giros en el marcador, el Rojo se fue con la victoria 5 a 4 y le sacó el invicto en torneos locales al campeón del Apertura.

El comienzo del encuentro ya adelantaba los dolores de cabeza que iba a sufrir el conjunto azul y oro. Antes del minuto de juego, Patricio Vidal aprovechaba un rebote, tras choque entre los defensores Xeneizes, para abrir el marcador. El famoso gol desde el vestuario ponía arriba al “Diablo”, que amplió su ventaja solo cinco minutos después. Osmar Ferreyra ejecutó un tiro libre al palo de Agustín Orion, quien, tapado por la barrera, no pudo contener el disparo. Se hacía cuesta arriba el cotejo para Boca, que aún así dominaba.

Ese dominio permitó llegar al descuento bastante rápido. A los 12 minutos, tras un centro de Riquelme, Schiavi capturó un rebote de cabeza, que sirvió de asistencia para un Roncaglia atento que puso el primero de la cuenta Xeneize. Todavía faltaba mucho para el final de la primera parte.

Poco después de cumplirse la media hora de juego, Farías aparecía para ganarle el mano a mano a Caruzzo y marcar el tercero de Independiente que estiraba la ventaja. La esperanza de Boca, sobre el final, la dio Riquelme, quien agarró un rebote con gran calidad y definió con un toque sutil. Los equipos se marchaban al descanso con un 2-3 en el marcador.

El complemento tuvo muchás más emociones. El equipo de Falcioni, de la mano de su capitán, desplegó un soberbio juego en ataque. A los 6 minutos, Roncaglia puso el empate tras el impacto en el palo de un cabezazo de Silva; y a los 29, Ledesma le ponía broche a una gran jugada que armó Riquelme y secundó Sánchez Miño con el centro. Boca daba vuelta el resultado y se lucía desde la mitad de cancha para adelante. Pero las falencias volvieron a verse en el fondo: a los 44, Farías captó un rebote en el área Xeneize y volvió a igualar la historia. Y fue el “Tecla” una vez más quien le dio el último giro al marcador: la picó por sobre el cuerpo de Orion, en un mano a mano que el “Rojo” encontró de contragolpe.

Derrota de Boca con saldos positivos y negativos. Se vio a un equipo con dos caras distintas. Uno atacando y otro defendiendo. Hay que encontrar el equilibrio.