Sebastián Villa no atraviesa un buen presente futbolístico y luego de la derrota de Boca contra Talleres quedó en el ojo de la tormenta. El colombiano fue expulsado de manera infantil, después de pegarle un manotazo a un defensor rival sin sentido, y dejó a su equipo con uno menos en un momento complicado del partido.
La críticas de los hinchas no tardaron en llegar y en las redes sociales fueron muchos los que cuestionaron el accionar del atacante en el estadio Mario Alberto Kempes. La realidad indica que desde su regreso a las canchas, el nivel colectivo cayó y en el plano individual no logró destacarse.
Hasta el momento, el número 22 fue expulsado tres veces defendiendo la camiseta del Único Grande. Lo particular del dato es que todas las veces que lo mandaron a las duchas fue por conductas antideportivas, que nada tienen que ver con el juego.
La primera fue el 30 de noviembre de 2019, cuando Boca igualó en uno contra Argentinos Juniors en La Bombonera. Villa, enojado con el juez de línea porque no dio córner, le tiró un pelotazo y debió marcharse del campo de juego tras la decisión de Andrés Merlos.
La segunda, un poco más acá en el tiempo, se dio en la derrota contra Racing en el Trofeo de Campeones disputado en San Luis, a pocos días del comienzo del último Mundial. Tras un encontronazo con su compatriota Carbonero, y luego de que el VAR intervenga en la jugada, Sebastián dejó a los suyos con otro menos. Quizá, la más polémica de las tres.
Las imágenes hablan por sí solas. Sin dudas, Villa tendrá que mejor su comportamiento dentro del verde césped y entender que sin inteligencia será complicado seguir ganándose el cariño y el aprecio de quienes ocupan las tribunas.