Palermo en su primer partido con la azul y oro.

En esta sección les presentaremos una serie de escritos que reflejan la pasión por Boca Juniors. En esta entrega, un poema que se escribió cuando se retiró. Necesario en esta fecha, porque un día como hoy empezó todo…

Si bien este poema fue escrito, en medio del dolor, tristeza y nostalgia luego de sus últimos minutos en Boca, se convierte en necesario este domingo 3 de septiembre. Hoy se cumplen 20 años del debut de Martín Palermo en Boca. Cuando usó la N° 25, con esa camiseta a rayas, con ese rubio platinado, con esa historia gloriosa que comenzó a escribir frente a Cruzeiro. Con todo lo que nos dio, con la inmortalidad con tintes azules y amarillos que se ganó, haciéndonos ganar todo.

No existe tal seguridad

Dicen que la seguridad -en términos de confianza-

no es segura,

no es lo que vemos,

no es lo que se presenta.

 

Ni siquiera se puede pensar

que la muerte es segura.

Sobre todo en personalidades

que agrandan su figura con la llegada de esta.

 

Y eso es lo que pasa,

a cientos de kilómetros de distancia,

mientras vos aseguras

que ya no hay vuelta atrás, que te vas.

Que ya se acabó,

que dejas de jugar.

 

Pero no es así

esa seguridad que crees transmitir, no existe.

No se presenta ante nosotros

sino que nosotros la agarramos

y le decimos,

que no te vas, que seguís estando

en todos y cada uno de los goles que hiciste,

en la memoria de los que te vieron

y de los que no, de los que te sufrieron

de los que te lloraron.

 

En los corazones azules y amarillos.

Ese amarillo oro

que brilla y resplandece.

Como vos,

que crees que te vas,

pero no. No lo haces,

alimentas tu leyenda,

una vez más.

 

Otra más…

Juanjo

10/06/11

 

Muchas, muchas gracias Palermo. Por habernos dado los goles y las alegrías. Lo que hiciste desde el 3 de septiembre de 1997, no se olvida en la vida…