El delantero llevó algo de tranquilidad por la dolencia que lo obligó a dejar la cancha vs. Gimnasia.
A mitad del complemento, tras un gran centro desde la izquierda, Mauro Zárate hizo un esfuerzo para puntear la pelota en el área chica. No solo no llegó sino que al impactar con el suelo tras el salto, hizo un mal movimiento que lo dejó en el suelo por varios segundos. La preocupación creció y si bien se pudo levantar, la molestia en la cintura persistió. Por eso, le dejó su lugar a Salvio y se quedó al costado, contra los carteles, junto a los médicos que lo atendían.
La dolencia fue tal que se realizó estudios médicos para ver si había alguna lesión en la zona pero, tras varias horas del lunes, llegaron las buenas noticias para Miguel Ángel Russo: el dolor cesó y no tiene nada. “Muchas gracias a todos por los mensajes! Por suerte no fue nada, solo el mal movimiento en la caída que me provocó la abertura extrema de la cadera que me impidió seguir”, avisó en sus redes sociales y contó que ya estaba movilizándola para entrenar.
Tal como dijo el delantero de 33 años, las molestias se fueron y este martes, con el regreso a los entrenamientos, dijo presente y trabajó a la par de sus compañeros. Mauro realizó las típicas tareas regenerativas que son programadas para quienes sumar minutos durante el fin de semana y no mostró ningún tipo de problema. ¿Será titular ante Newell’s en la segunda fecha de la Copa de la Liga?