Desde que llegó, Licha jugó todos los partidos y completó siempre los 90 minutos. La apuesta de Alfaro, por ahora, sale bien.


En silencio, sin hacer demasiado ruido, dando pocas notas a la prensa pero con rendimientos aceptables, Lisandro López comienza a afianzarse cada vez más en la Primera de Boca y suma minutos en la zaga central. El entrenador lo conoce de su paso por Arsenal y confía en que puede darle la solidéz necesaria a la última línea. Por ahora todo va sobre rieles.

Cuando arribó a la Argentina, muchos creían que le costaría adaptarse a la liga local ya que había disputado pocos encuentros en la última temporada con el Genoa de Italia. Sin embargo, Licha demostró que tiene condiciones para ser el primer marcador xeneize y que solo necesitaba rodaje para rendir con creces.

Desde que debutó ante Godoy Cruz (triunfo 2-0 en La Bombonera), no salió más. Jugó de titular ante Belgrano, Lanús, Atlético Tucumán, Defensa y Justicia, Unión y Jorge Wilstermann y en todos estos encuentros completó los 90 minutos, demostrando que su físico está intacto.

Además, el hombre que lleva la camiseta número 20 aporta juego aéreo en defensa y en ataque: el gol ante el Pirata, en Córdoba, es el ejemplo perfecto. Una virtud más que tiene el nacido en Villa Constitución, Santa Fe.

Gustavo Alfaro quiere encontrar en él y Carlos Izquierdoz una pareja que brinde tranquilidad y seguridad a la línea del fondo. Ahora se viene el clásico ante San Lorenzo y López se perfila para salir desde el inicio otra vez.  

Su gol: