“Me costó el puesto”, recordó el exfutbolista.
Con la llegada de Miguel Ángel Russo, el DT ajustó algunas piezas y en la ofensiva, se ha conformado el tándem Carlos Tevez-Franco Soldano. Este último no tuvo la fortuna de anotar varios goles, pero sí ha sido fundamental a la hora del trabajo en equipo.
Con este rol donde se destaca con su colaboración en la marca y haciendo el “trabajo sucio”, parece haber ganado un puesto entre los titulares. Pese a su falta de gol, el entrenador lo sostiene entre el once inicial, ya que también supo potenciar al “Apache” liberándolo de otras tareas.
A fines de la década del ’80, en el Xeneize se produjo otra situación similar y allí, el centrodelantero era Walter Perazzo. El actual entrenador de Temperley, brindó su testimonio con “Boca de Selección” (Radio Cooperativa, AM 770) y recordó aquellos tiempos en los cuales se desenvolvía con una función similar a la de Soldano:
“Me acuerdo el año que ganamos la Supercopa, yo hacía un trabajo más de mediapunta y Graciani jugaba más ente los centrales. A mí después me costó el puesto porque había hecho tres goles. El arquero y el nueve son dos puestos claves en un equipo con aspiración”.
Al momento de analizar el presente de Franco, indicó:
“No veo que cumpla las características típicas del nueve. Es más un ‘obrero’, que es muy importante para el funcionamiento del equipo pero que no puede depender el equipo de sus goles”.
También hubo tiempo para rememorar las vueltas olímpicas que dio con el club de la Ribera:
“El haber jugado en Boca, el haber salido campeón de la Supercopa y la Recopa es algo que yo no lo cambio por nada. Estoy muy contento de lo que hice, quedar en la historia de una institución de las más grandes del mundo”.