Al no tener lugar en Boca, el Tano continuaría su carrera en la Universidad Católica de Chile en reemplazo de Marcelo Cañete, quien se va a San Pablo.
Juan Román Riquelme es titular indiscutido en Boca. Los dirigentes saben muy bien que esto es así y por eso le buscan destino a Leandro Gracián, quien volvió al club luego de que culmine su préstamo en Independiente.
El destino del Tano sería la Universidad Católica de Chile, en reemplazo de otro jugador xeneize: Marcelo Cañete. El juvenil se encontraba a préstamo en la U y ahora arma las valijas para irse al San Pablo de Brasil. Pero como aún le quedaban seis meses de préstamo en el club chileno, Boca debe resolver esta situación con un resarcimiento económico.
La Católica quiere recibir un millón de dólares, pero la Comisión Directiva del club de la ribera no puede desprenderse de tanto dinero. Es por eso que ofrecería a Gracián como parte de pago, además de 300.000 dólares.
Sobre Cañete podemos decir que San Pablo pagaría alrededor de 2.500.000 de dólares por el 80% del pase. Tanto al club como al jugador les agrada la oferta y es muy probable que se concrete la transacción.
José Beraldi, vicepresidente de Boca, explicó la situación. Contó que se intentó en un principio incluír a Damián Díaz en lugar de Gracián, pero este se quedaría en Colón de Santa Fé.
“Católica pidió una suma de dinero muy importante. Y estamos negociando. Hace un par de días estábamos acercándonos bastante. Es más, diría que estaba un 80 por ciento arreglado el tema de Católica, pero se complicó un poco y hoy estaríamos en un 50 por ciento. El que sigue conversando y buscando la solución es Rodrigo Vilariño, representante del jugador”.
“Para poder facilitar el acuerdo, pensamos en incluir un jugador nuestro en la operación, pasando a préstamo a Católica. Primero, nos pidieron a Damián Díaz, pero va a seguir en Colón. Y ahora quien puede ingresar en la negociación es Leandro Gracián. Vamos a ver cómo termina todo”.