El domingo 15 de agosto, por la cuarta fecha del torneo, Boca estrenó una nueva camiseta en homenaje al Metropolitano ’81, por los 40 años de su obtención. Ese título que fue el único que ganó Diego Armando Maradona con la azul y oro, transformó ese diseño en un icono y una de las camisetas más hermosas de la historia xeneize en particular, y del fútbol mundial, en general.
Oscar Tubío hace tiempo que cerró “El Jardín de Oscar”, su mítico lugar en la Galería Jardín, pero no por eso se ha ido de la memoria de quienes usaron sus prendas o las reconocen. Oscar fue el diseñador de aquella emblemática camiseta, por eso Planeta Boca Juniors lo entrevistó.
Sábado 16 hs., Oscar se acomoda los lentes para empezar la charla, señal de que va a hablar con seriedad y demostrando conocer (muchísimo) del tema. Tiene 79 años, pero parecen muchos menos o tal vez que haya trascendido tanto en el tiempo lo mantiene a pleno. Él que ha vestido a estrellas nacionales e internacionales, empieza la charla por las estrellitas con la que se hizo conocido.
Planeta Boca Juniors: ¿Cómo viviste este mes desde el debut de la nueva camiseta hasta ahora?
Oscar Tubío: Un mes con alegrías personales, reconocimientos internacionales y rememorando lo vivido en esa época que realmente fue algo muy especial, primero por la relación especial que yo tenía con Diego y segundo por el honor que me dio Adidas Argentina (Gatic SA, licenciataria en el país) en ese momento, que confiaba en todos los diseños míos.
Me han llamado de Inglaterra, de Gibraltar, de Bélgica, de España, de Alemania, Italia, pero de acá nada…
El poco reconocimiento en el país lo explica porque el periodismo “está cooptado por las marcas como Nike y Adidas, tienen poder e ignoran. Algún periodista dice cada tanto ‘ese diseño es el de Oscar’, pero ahí llevan la nota para otro lado”, dice antes de agradecer por primera vez, de varias, al hincha. Ese que le da el reconocimiento más lindo, a pesar del tiempo: “Yo cuando voy a la cancha y veo que usan una camiseta de cualquier marca con las estrellitas es un símbolo de agradecimiento a mi autoestima”.
El arte de crear
Creación, arte, espectáculo y deporte, son pilares en la historia de Oscar desde muy chico. Su padre fue socio fundador de la línea de colectivos 148 de Florencio Varela, El Halcón, que daría origen al Club Defensa y Justicia y quien le dijo, cuando estaba en la cuarta división de Boca, que se dedicase a trabajar. Él lo entendió porque “en ese momento no se ganaba plata con el fútbol”. Antes de cumplir 18 años, un amigo del “Gordo” Porcel consultó si se animaba a hacer playback en una obra, y lo llevó a trabajar en “La Revista Dislocada”, un famoso programa de radio y televisión. De golpe se encontró siendo parte de la farándula y empezó a sentir el contagio del que le hablaba su padre: “Si vos querés ser exitoso, sentate en una mesa con éxito y lo vas a aprender”.
Fueron tiempos en donde incursionó en un negocio poco conocido hasta entonces: importó una máquina térmica desde Londres y trajo consigo la novedad del estampado personalizado de remeras. De golpe en el local se juntaba mucha gente y muchos famosos, como Susana Giménez y el mismo Porcel, hasta que un día el fútbol se presentó en el lugar. Fue cuando empezaron a ir Rubén Suñé y Heber Mastrángelo, cuando jugaba Unión de Santa Fe en Buenos Aires. De ahí su acercamiento al Toto Lorenzo y a Jorge Castelli, que fue quien “lo metió” en Brandsen 805.
“Yo tuve la suerte de estar en una etapa donde se podía crear” dice quien en 1978 tuvo su “debut” azul y oro. En ese entonces le puso números bicolores a los jugadores previo a disputar la Final Intercontinental contra el Borussia Mönchengladbach y allí también, por primera vez, aparecieron las estrellitas con las iniciales.
P.B: Pero ¿cómo fue que empezaste con Boca?
O.T: Me junté con Alberto J. Armando y le dije: “Boca tiene muy buen equipo, pero está vestido para el traste. Si quiere imponer respeto se tiene que estar bien vestido”. No existía el marketing en esa época, Boca compraba las camisetas en Grillo Sport entonces lo convencí de que hubiese una marca que representara a Boca. Estuvo todo un día conmigo y al final me dijo que fabricara yo la nueva camiseta. Yo le pregunté si no debía hablarlo con alguna comisión y me dijo: “¿Vos nunca escuchaste hablar al General Perón? Si querés que un proyecto no camine armá una comisión”.
Para ese momento el dueño de “El Jardín” ya había convencido al Presidente de Boca con lo que había aprendido gracias a la Fórmula 1. Porque para ese entonces manejaba las publicidades del mameluco de Carlos Reutemann y, en las cenas en donde lo acompañaba, había entendido la importancia de los colores y cómo se asociaban a cada auto.
P.B.: ¿Qué le daba el número bicolor a la camiseta? ¿Y las estrellitas?
O.T.: Causaba más impresión en el rival. Y lo viví yo a eso, porque al no poder ser jugador de fútbol, nunca entré con la cancha llena. Le pedí al “Toto” Lorenzo que me dejase entrar con el equipo y me lo cumplió. Y ahí vi como los alemanes vieron a un equipo importante de fútbol, con una vestimenta importante, con nombres en la espalda por primera vez y números que se veían bien. Los anteriores eran blancos, de tela y se perdían en la camiseta.
Y las estrellitas le daban sobriedad y elegancia. Además de que buscamos algunas que no fuesen fáciles de falsificar, al igual que la tipografía por las que pagué y fueron buscadas especialmente para no ser copiables.
Aquella final, donde debutó la nueva insignia, se jugó en marzo y fue con un empate. Al mes siguiente Boca perdía con el América de México la final Interamericana, por eso cuando jugó en Alemania sin el diseño de Oscar, quisieron creer que era por cábala. “Eso es mentira, Boca no tenía plata por eso no jugó con las mías”, sostiene quien ya había empezado a escribir una página importante en la historia del Club, “porque a las estrellitas se las toma como escudo cuando nunca lo fueron. Quedaron para siempre”.
Boca en su vida
Oscar nació el 3 de junio 1942 a cuadras de la cancha de Boca. Por eso supo dar en la tecla para vestir al club de sus amores. Y porque entiende lo que quiere el hincha, se pone en la piel de los que vistió siempre…
P.B: El hecho de que seas hincha de Boca, jugador de Inferiores, haber nacido cerca de la cancha… ¿Te hizo más fácil o difícil diseñar para Boca?
O.T.: Me auto-exigía más por ser de Boca, obviamente. Yo concentraba con Boca, cenaba con ellos y lo sentía así. Yo era uno más, en aquel equipo que vistió lo que yo creé. Después sí diseñé para River, Racing, San Lorenzo, pero porque ya era algo simple. No debía estudiar para eso, ya era autodidacta y sabía hacia donde me dirigía.
Boca siempre, siempre estuvo en su vida de diseñador. Los debuts de los Bulldogs en los buzos de arquero, su otra y primera marca registrada, fueron contra Boca. El de Chilavert fue en la victoria a Vélez por el Clausura 95 y el de Nacho González en el Apertura 96, en una derrota de Boca frente a Racing.
Es que Boca fue una continuidad en su carrera. Oscar tuvo su primer auge vistiendo a Carlos Monzón, que usó el logo de su marca: un Bulldog intimidante que se llevó todos los flashes junto con el boxeador y el diseñador. Y en los ’90 fue la marca registrada del arquero paraguayo, del arquero racinguista que lo usó como cábala para llegar a la Selección y del “Mono” Burgos, cuando tuvo diferencias con el arquero de Vélez. Con Burgos también hubo algo de Boca porque le pidió el Bulldog, pero además un buzo violeta en honor a su máximo ídolo: un tal Hugo Orlando Gatti. Gracias a su amistad de años con Oscar, “El Loco” pudo llevar a cabo varias de sus locuras en la manera de vestirse.
Un amigo de 10
El año 1981 marcó un antes y un después en la historia de Boca, de Maradona y de Tubío. Oscar fue testigo privilegiado de los primeros tiempos de Diego en La Boca, de hecho, estuvo en momentos cruciales, como cuando se terminó de cerrar su pase al Club: “Estábamos en la calle Viamonte con Diego, Adrián Penza y Jorge Cyterszpiler (primer representante de Maradona) cuando apareció Rafael Aragón Cabrera (Presidente de River en 1981). Al verlo dije ya está, Diego se va a River, pero Jorge me dijo que esperáramos. En un momento sale Aragón con cara de traste y me relajé. Entramos y Diego parecía un nene, estaba saltando en un sillón, festejando porque firmaba con Boca”.
Antes de eso su amistad con el representante de actores Pepe Parada, fue la puerta al 10. Es que el representante de por entonces le consultó con quien debía verse, porque estaba la posibilidad de que “Pelusa” se calzara la de Boca. La respuesta fue tajante: “No podés ir a Boca sin antes conocer a Oscar, de Galería Jardín”, dice Tubío y se envalentona, porque es un libro de anécdotas: “Diego me recibió en su casa, le hice firmar el contrato de mi proyecto “Puma 10” con Japón con Guillermo Coppola, quien me presentaba a los japoneses como director Comercial de Maradona Producciones. Con Coppola hacíamos la dupla perfecta”.
P.B: ¿Qué significa saber que vestiste a Boca y a Maradona en su único título en Boca?
O.T.: Es el máximo logro que tengo en mi carrera. Lo máximo hasta entonces era que Monzón haya sido elegido en París el deportista mejor vestido del mundo.
Cuenta la historia que Oscar le regaló una camiseta a Diego antes de firmar el contrato, pero no se la puso por cábala, por las dudas de que se cayera el pase. “Terminó usando esa camiseta”, dice el creador. “La usó en el Apertura ’92 frente a River. Yo no me veo en la foto, pero estábamos Don Diego, Claudia, Carlín Calvo y yo. Fue el día que Diego le hacía fuck you a los de River”.
Pero esa camiseta era un diseño diferente. En 1981 Oscar reconoció como error poner las estrellitas en la franja amarilla, así que decidió cambiar. Desde la cuarta fecha del Metropolitano, Boca las lució en amarillo, tal como se popularizó. Además de números de fútbol americano. Había que hacer distinguir a Diego y los números complementaban bien su obra de arte…
“Las pensé para que fuese una referencia, lo hablé con Diego y le encantó la idea. Y fueron tan lindas e importantes que Adidas a cuatro fechas del final, por medio de Marzolini que era RRPP de Adidas, me pidió que las sacara porque estaban siendo más importantes que el trifolio de la marca. Le dije que no porque a Diego les gustaban. De hecho, la foto histórica, previa al partido de Racing, en La Candela hay dos nomás que tienen las estrellas y son Maradona y Pernía. Se dijo que hasta le daba plata para que lo hicieran, pero no fue cierto, sólo le gustaban”, asegura.
Y gustaron tanto que hace unos cuatro años, la revista británica Four Four Two la eligió como la segunda camiseta más linda de la historia del fútbol, por ser “la unión más perfecta entre el equipo icónico, el jugador y el uniforme”. Esa, en palabras de Oscar, es la mejor medalla que tiene.
Las estrellas
P.B.: Una vez en una entrevista dijiste que el Bulldog era como Mafalda, porque no moría. Si el Bulldog es Mafalda, ¿las estrellitas que son?
O.T.: Son como la “M” de Mc’ Donalds. Lo que pasa es que Mafalda y el Bulldog tienen alto poder hipnótico, es decir que donde lo ponga se van a vender. Pero las estrellitas van más allá, son como la M que la miras y ya sabes qué es. Bueno con las estrellas pasa lo mismo, si no tuviesen las letras sabrías de qué son.
El resto de la charla Oscar seguirá nombrando logros y momentos, como cuando le hizo las Remeras a Frank Sinatra y lo conmovido que estaba. Contará sobre su suegro -el gran Hugo Pratt- que le enseñó lo de diseñar desde el arte y que le anticipó que lo verían raro, porque “los diseñadores ahora son pibes que hacen cosas que obligan las marcas, porque si sobra tela rosa hay que hacer una camiseta de ese color”. Se quejará de las marcas a las que nunca le importaron los clubes porque “sólo les interesa que se vea el trifolio o la pipeta, nada más”. Dirá, también, por qué quiere que la camiseta de Argentina emule a la bandera y no tenga los bastones que la hace parecer un pijama, la negativa de Grondona y la vez que la usó Charly García para cantar el himno en la 9 de julio ante 120 mil personas. Y contará que impulsó la Ley N° 23.208 sancionada en 1985 y firmada por Alfonsín, para la libre utilización del sol de la bandera argentina, derogando el decreto firmado durante el gobierno de Perón en el que se aprobaba que se usara solamente en colegios e instituciones nacionales o Militares.
Antes del final de la charla, le preguntamos cómo se definía: Como un adelantado, un visionario, un crack, alguien que estuvo en el Momento y lugar indicado…
“Con los buenos soy mejor persona, con los HDP soy más HDP que ellos, los que me consideran genio es porque seguro les hice un trabajo como querían y los que me consideran un boludo es porque le hago caso al “Toto” Lorenzo que me decía que pusiera cara de boludo, para que me ofrecieran todos los negocios y ver cuál me convendría, porque si me creía vivo me iba a ser difícil cerrarlos. Lo mío es un arte, no diseñé por rutina, si no pensando que mensaje podía dar con el diseño que hacía…
Reflexiona Oscar, quien va con una frase de Picasso por la vida, para explicar el talento: “Hay pintores que transforman el sol en una mancha amarilla, pero hay otros que con la ayuda de su arte y su inteligencia, transforman una mancha amarilla en sol”.