Los pibes de Boca empiezan a pisar fuerte en Primera y Russo les da confianza. Paciencia y laburo para que rindan.
Miguel Ángel Russo no solo le dio lugar a sus grandes figuras, sino que en el segundo semestre del año también apostó por varios juveniles surgidos de las inferiores del club. El entrenador sabe que hay que llevarlos de a poco, pero la doble competencia apuró un tanto los tiempos.
Alan Varela, mediocampista central, fue una de las grandes apariciones. Buen trato de pelota, siempre bien ubicado y pierna dura cuando se necesita, algunas de sus principales características. Aprobadísimo.
Exequiel Zeballos, más conocido como “Changuito”, se movió bien por las bandas y cuando se animó a jugar, mostró su mejor versión. Un futbolista desequilibrante, que puede darle mucho al club en un futuro no tan lejano.
Gastón Ávila, quien logró sobreponerse a una dura lesión en la rodilla, demostró que le sobran condiciones para ser uno de los zagueros centrales de Boca. Firmeza, buen trato de pelota y personalidad lo llevaron a ser titular en varios partidos del torneo.
Agustín Obando, el más experimentado de los jóvenes, terminó el 2020 con un verdadero golazo y logró superar algunas flojas actuaciones. Un zurdo que si enfoca, puede rendir mucho.
Además, Luis Vázquez, Gastón Gerzel, Renzo Giampaoli, entre otros, esperan por su oportunidad y continúan sumando rodaje durante los entrenamientos. Sin dudas, la cantera del Xeneize es prometedora de cara a lo que viene.