El exdelantero, amigo de Riquelme, dijo que ve difícil que el diez regrese ahora, pero quizás lo haga dentro de un tiempo “para retirarse”. “Hay problemas de Angelici para abajo”, señaló. Marcelo Delgado dialogó con Rock And Closs, por FM Rock And Pop, sobre la situación que atraviesa Juan Román Riquelme. Se mostró dolido y molesto:

“Lo echaron y no se lo merece. Es el máximo ídolo del club y que se tenga que ir de esta manera es muy triste”. “Yo creo que Román estando a un 50 por ciento marcaba la diferencia en Boca, con todo respeto a sus compañeros”. “Para mi Román ahora no vuelve. Está cansado y muy solo. En el 2000 tenía sus diferencias con (Mauricio) Macri pero el cuerpo técnico lo apoyaba y varios de sus compañeros también. Ahora no es así. Puede ser que dentro de un tiempo regrese para retirarse si sigue jugando, pero en estas condiciones lo veo difícil. Por ahí me equivoco y el apoyo de la gente lo hace cambiar de opinión, pero en general cuando toma una decisión es de mantenerla”. “Muchas veces lo juzgan a Riquelme por su forma de ser, que a algunos les choca. Pero el que lo conoce a Román sabe la clase de persona que es”.
Además, dejó entrever que hay problemas de vestuario y que eso puede haber sido un factor condicionante en la pérdida del Clausura y la Libertadores, y que también existen inconvenientes institucionales:
“Investiguen lo que pasa en el vestuario”. “Cuando yo estaba teníamos diferencias, pero adentro de la cancha éramos un equipo y queríamos que Boca gane. Los problemas los dejábamos afuera”. “Hay problemas desde el que manda, (Daniel) Angelici, hasta el último. Tienen que organizarse, sacar la institución adelante y volver a poner a Boca donde tiene que estar”.
También imaginó el futuro de Boca sin Riquelme:
“Uno quiere a que Boca le vaya bien, pero yo no sé lo que va a pasar. El ídolo del club ya se fue”. “Se va a ver un Boca sin su figura, sin su ídolo, el que marcaba la pausa. Ojalá Boca salga adelante”.
Por último, Delgado analizó la derrota en la final de la Libertadores:
“La final fue muy pareja. Boca tenía la pelota, llegaba hasta tres cuartos de cancha y no cambiaba el ritmo para aprovechar los espacios. Se encontró con ese gol en contra que fue una jugada desafortunada y a partir de ahí fue a buscarlo a los ponchazos y no lo pudo encontrar”. 
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