Hoy se cumplen 40 años del debut de Diego Armando Maradona con la camiseta de Boca. Repasá este breve relato para revivir el momento.
La melena enrulada al viento, los pantalones cortos bien ajustados, las medias amarillas hasta la rodilla y los botines Puma, que tanto lo identificaron a lo largo de su carrera, bien atados.
Pecho inflado y la camiseta pegada al cuerpo. El número 10 cubriéndole y cuidándole la espalda. La mirada al cielo, como agradeciéndole al de arriba por hacer realidad su gran sueño, y la caminata hacia la mitad de la cancha para saludar a su pueblo.
El pibe de Villa Fiorito desembarcaba en uno de los lugares donde fue más feliz. Tiempo después, en su partido homenaje, le agradecería -de nuevo- al Barba por haber creado la Bombonera. Esa tarde, tras la ovación, hizo lo que más le gustaba: jugar a la pelota. Dos goles de penal para festejar de cara a la gente e inmortalizar una imagen que hasta se hizo tatuaje.
Hoy, a 40 años de su primer partido oficial en el club, es un buen momento para reafirmar que Boca y Maradona siempre caminarán de la mano. Ni un momento ni la eternidad, esto va más allá.