Espacios reducidos. El Diego Armando Maradona no es un estadio muy cómodo para un equipo acostumbrado a otras dimensiones. Tampoco para un arquero que tiene referencias más grandes. El área tiene medidas distintas y los centros suelen ser pasados, a espaldas de los arqueros, donde duele. Pero Agustín Orion tuvo una tarea aceptable, a pesar de situaciones que lo complicaron.
Luego de ser figura en el superclásico, el arquero alternó buenas y malas. En principio, una buena estirada sobre su costado izquierdo para taparle un remate a Andrés Franzoia. La jugada fue complicada y debió esforzarse para alcanzar la pelota. El rebote fue hacia el costado, como debe ser, y Daniel Díaz limpió, mandando el balón afuera.
Cerca de la media hora del primer tiempo, un pelotazo largo del sector de Argentinos Juniors cayó cerca del área grande y, por la potencia, parecía que terminaría en saque de arco. El “Cata” confió en la salida de Orion, que quiso cubrir la pelota hasta que saliera. No pudo hacerlo. Lenis fue inteligente y le robó el balón al arquero, que no había puesto el cuerpo de forma correcta. El jugador rival la tiró al medio y no pasó a mayores.
Por lo general, las salidas fueron buenas y rápidas. En el arranque tuvo un pequeño choque por salir a contener una pelota y quedó algo dolorido. La única -no- salida errónea fue en el gol de Ham, que cabeceó en el área chica, donde no debería tener esa chance. Es verdad que la defensa falló en las marcas, pero Orion se quedó abajo del arco en vez de anticipar y dar seguridad.
El juego con los pies fue bueno, aunque poco participativo. Por desgracia, el arquero no pudo mantener el arco en cero, que podría haber sumado a la confianza después del gran partido de la semana pasada. Hay que mejorar la posición y no debe estar tan debajo del travesaño. Ganar centímetros ayudaría a que no pase lo que ocurrió en el gol de Argentinos Juniors.
Síntesis: Tarea aprobada, salvó al equipo en una situación importante. Faltó atención en algunas jugadas particulares.