Boca Juniors empató el Superclásico frente a River Plate por 1-1 en Mendoza. Todo en el primer tiempo: Pavone adelantó al rival, lo igualó Palermo.
El partido comenzó mejor para River Plate y a los cinco minutos tuvo la primer ocasión clara: un remate de media distancia de Erik Lamela que se estrelló en el palo. El aviso se convirtió en realidad cuando sobre los ocho minutos un centro de Diego Buonanotte desde la derecha, Mariano Pavone saltó con libertad y a pesar del esfuerzo de Javier García terminó concretando en el rebote.
El Millonario era mejor y se adueñó de la mitad de la cancha. Boca Juniors no tenía libertad para manejar la pelota y sus volantes no podían pensar, al mismo tiempo que la defensa estaba llena de dudas. Mientras tanto, el rival seguía creando peligro sobre el arco Xeneize: Matías Almeyda le pegó desde muy lejos y García, en una estirada espectacular, la mandó al corner.
El Xeneize era dominado, cuando a los 25 minutos Nicolás Colazo (le pegó en la mano) envió el centro desde el sector izquierdo del ataque, el arquero Leandro Chichizola se confió, no la pudo contener y apareció el goleador de siempre: Martín Palermo para cabecearla y convertir el 1-1.
El tanto puso nervioso a River y le dio seguridad a Boca, que por lo menos salió del asedio sufrido durante los primeros veinte minutos y tuvo algunas ocasiones: Matías Caruzzo apareció por detrás de todos en un tiro libre y se lo perdió de forma increíble, mientras que un rato después Colazo intentó de afuera y la pelota salió desviada.
El inicio del segundo tiempo siguió como el final de la parte inicial: mejor el elenco de Julio César Falcioni. Pablo Mouche lo tuvo tras un centro de Clemente Rodríguez pero la mandó a las nubes y enseguida Palermo remató muy débil y fue fácil para Chichizola.
Como en los anteriores encuentros, Boca Juniors era dueño del balón, manejaba las acciones y creaba las mejores ocasiones de gol. Pero pasados los quince minutos, el cotejo cayó en una meseta en la que se repartían la posesión del balón y nadie prevalecía. La única idea, por parte de ambos conjuntos, era tirar pelotazos sin sentido.
En medio de esa mediocridad terminó el partido, empatado. Boca termina el verano invicto y con otro trofeo (la Copa Luis Noffal) pero este fue el partido más flojo. Todavía hay cosas por mejorar.