Boca Juniors superó por 1 a 0 a Vélez con gol de Silva, quien no fue bien recibido en Liniers. El Xeneize volvió a sumar de a tres tras dos empates.
El partido no hizo más que reflejar el presente de ambos equipos. El local, líder del certamen, tomó la iniciativa y complicó al Xeneize con el tridente compuesto por Federico Insúa, Lucas Pratto y Facundo Ferreyra. Sin embargo, para fortuna de Boca, no estuvieron certeros en la definición.
Por su parte, los dirigidos por Julio César Falcioni se mantuvieron replegados, apostando al contraataque y a alguna pelota parada aislada. Santiago Silva, el más activo de los futbolistas de azul y oro obtuvo su premio. A la salida de un córner, tras una serie de rebotes, el delantero sacó un fortísimo zurdazo que dejó sin nada que hacer a Sebastián Sosa.
Luego del gol, Boca levantó un poco su nivel y, con empuje pero sin ideas, logró adelantarse unos metros en el campo de juego, situación al menos le permitió respirar de los embates del rival.
En el complemento, volvió el monólogo del elenco de Ricardo Gareca. A los cuatro minutos dispuso de una clara situación, pero el cabezazo de Pratto dio en el palo derecho y luego Insúa no logró definir con justeza. Con ambos laterales pasando constantemente al ataque, Vélez fue claro dominador del encuentro. Sin embargo, a la hora del último toque final, mostró su principal flaqueza.
La segunda situación de riesgo a favor de Boca recién llegó a los 30 minutos del segundo tiempo, cuando Guillermo Fernández probó desde media distancia y encontró una buena respuesta del arquero uruguayo.
Cerca del cierre, Facundo Ferreyra tuvo en sus pies dos chances muy claras para igualar el partido, pero increíblemente desvió ambos remates. Esta noche, sin lugar a dudas, la fortuna estuvo del lado Xeneize.
Gracias al oportunismo goleador de Silva, quien se vistió de villano ante su ex equipo, el conjunto azul y oro se trajo tres puntos de Liniers. Más allá de eso, en lo que respecta a nivel futbolístico, hay poco para destacar y mucho para mejorar.