En una gira que dejó varios aspectos por mejorar, uno de los que realizó una buena performance fue Rivero, quien se ganó un lugar entre los titulares.
Los tres partidos que el equipo disputó en el continente europeo arrojaron una gran cantidad de falencias, las cuales deberan trabajarse de cara al comienzo del Apertura. Uno de los pocos puntos rescatables fue la actuación de Diego Rivero. El ex San Lorenzo demostró que merece un lugar en el once titular.
En las dos primeras presentaciones del Xeneize, el “Burrito” comenzó jugando desde el arranque (Espanyol y Arsenal) y en ambos encuentros jugó como volante por la derecha dejando una muy buena impresión.
El último campeonato no fue del todo bueno para Rivero, ya que una fractura en el maxilar lo dejó casi dos meses afuera de las canchas. Cristian Chávez fue su reemplazante a lo largo de todo el certamen.
Una vez recuperado, volvió a tener mayor rodaje en la primera del Xeneize, a tal punto que en esta gira por el viejo continente le ganó la pulseada al “Pochi” y parecería ser que se adueñó del sector derecho de la mitad de la cancha.
Rivero le da al medio campo un mayor equilibrio defensivo cuando los laterales se van al ataque, buen manejo de la pelota, sacrificio, garra y entrega para con sus compañeros.
Fallas defensivas evidentes, jugadores que están por debajo de su nivel habitual, son solo algunos de las tantas falencias que quedaron evidenciadas en estos partidos. Sin embargo, dentro de lo malo se puede rescatar lo realizado por el ex Chacarita, que merece un lugar en los once de Falcioni.