Son las dos caras visibles de laselecciones más pesadas de la historia de Boca. De un lado, el presidente más gandor de la historia: Mauricio Macri, que irá de compañero de fórmula de Andrés Ibarra. Del otro lado, el máximo ídolo como jugador que pisa cada vez más fuerte como dirigente y buscará llegar a la presidencia del club: Juan Román Riquelme, acompañado por Jorge Amor Ameal. El destino -y la política- quiso que se enfrenten en las urnas el 2 de diciembre de este 2023. Pero el conflicto entre ambos pertenece a los libros de historia del Xeneize y tiene como fecha simbólica el 8 de abril del 2001.

Román, 10 de un Boca campeón de América y del mundo. Mauricio, el presidente que miraba el partido desde el palco. El equipo de Carlos Bianchi se enfrentaba a River por el Clausura del año 2001. Con el partido 1-0 gracias a un golazo de Hugo Ibarra, Riquelme se hizo cargo de la ejecución del penal a favor del Xeneize. Franco Constanzo lo retuvo, pero en rebote convirtió de cabeza. Pidió espacio y fue directo al palco presidencial: miró desafiante y se puso las manos sobre los oídos. Minutos después, esa dedicatoria sería bautizada por el enganche.

¿A qué se debió el festejo? “Por nada en especial, solamente que a mi hija le gusta el Topo Gigio, Nada más”, fue la respuesta de Juan Román Riquelme en el post-partido. Aunque, claro, con el tono irónico que hasta el día de hoy sostiene cada vez que le toca estar enfrente de un micrófono. Lo que el enganche no sabía es que estaba naciendo un símbolo de protesta que 20 años después sería utilizado por Lionel Messi en una Copa del Mundo.

El Topo Gigio de Messi a Van Gaal (Getty)

El conflicto entre Macri y Riquelme ya arrastraba varios años. En 1998, Román rechazó un ofrecimiento para emigrar al Parma de Italia pero pidió como condición fundamental mejorar su contrato. “Mauricio Macri es un mentiroso”, soltaba la promesa, argumentando que ganaba 1500 pesos al mes. El dirigente, en forma de respuesta, se encargó de filtrar a la prensa cuánto ganaba el entonces joven crack del Xeneize. El sueldo de Riquelme fue tapa de Olé y la relación entre ambos era más que tensa. Con la llegada de Carlos Bianchi, las partes se alinearon y Boca salió campeón de todo con el 10 como gran figura y el dirigente subiendo en imagen positiva.

Pero ese abril del 2001 algo se rompió definitivamente entre ambos protagonistas. Según cuenta TyC Sports, Riquelme exigía un reconocimiento económico importante por todos los logros obtenidos durante la gloriosa etapa 2000-2001 (con la final al Real Madrid como coronación). La figura del club, de entonces 23 años, pedía una prima cercana a dos millones de pesos o dólares -que tenían el mismo valor-. Su entorno aseguraba que recibía la misma prima que un juvenil del plantel: 240 mil dólares. Macri, por su parte, argumentaba que el contrato vigente había sido acordado por ambas partes y no ameritaba modificaciones. Ese fue el motivo principal por el que Riquelme tomó la decisión de expresarse en el recordado Boca-River.

Boca hizo historia en Japón (Getty)

En paralelo, Barcelona insistía por la ficha de Riquelme y el propio Macri aseguraba que ya “estaba todo cerrado” para su venta. Pero el Diez decía desconocer el acuerdo y pedía una actualización del contrato para poder permanecer en el club de la Ribera.

“Siempre lo tomé como un gesto simpático, como una forma distinta y ocurrente de festejar y a la vez de protestar, y nunca como un agravio. En todo caso, no le adjudiqué demasiada importancia, aseguraba Macri sobre el festejo en aquel entonces.

Diario La Capital, año 2001.

Riquelme fue vendido al Barcelona de España por una cifra récord en el año 2002, se convirtió en ídolo en Villarreal y, peleado por Manuel Pellegrini (entonces DT del equipo español) volvió a Boca en enero 2007. En la presentación, Mauricio Macri le regaló un Topo Gigio que Román recibió con una sonrisa. Y parecía que el capítulo quedaba cerrado. Pero a la historia le quedaban muchos capítulos: esa presentación significó solo una curita de una herida que hasta el día de hoy no cicatriza.

Mauricio Macri dejó Boca para construir su carrera política, donde completó dos ciclos de Jefe de Gobierno Porteño y luego fue Presidente de La Nación. Su puesto primero quedó a cargo Pedro Pompilio (quien era su vicepresidente), de gran relación con Riquelme. Luego, tras el inesperado fallecimiento del dirigente en el año 2008, el que tomó las riendas del Único Grande fue el actual presdiente Jorge Amor Ameal.

Fue el propio Ameal quien en 2010 decidió aceptar las condiciones contractuales de Juan Román, que extendía su vínculo hata 2014. Pero esa firma llevó a la renuncia del entonces tesorero del club: Daniel Angelici, que expresaba públicamente su desacuerdo con varios puntos de la renovación y gabana protagonismo en la política del club. Un año después, respaldado por Macri, se convertiría en el presidente de Boca.

Riquelme cumplió con ese vínculo, pero no llegó a un acuerdo con la dirigencia para seguir y se retiró del fútbol en Argentinos Juniors. Su mala relación con Angelici había tomado dominio público. Cinco años después, en las elecciones del 2019, se metió en política con el fin de sacar del club al entonces oficialismo y arrasó en las urnas. Entonces, claro, fue vicepresidente segundo de Jorge Amor Ameal y Mario Pergolini. Román se encargó del fútbol durante la gestión y desarrolló sus funciones en el Predio de Ezeiza.

Tras la caida de Boca en la final de la Copa Libertadores contra Fluminense, Macri -que en paralelo hacía fuerza para que Javier Miei sea el nuevo Presidente de La Nación- aprovechó el momento y oficializó su candidatura a vicepresidente de Andrés Ibarra. La fuerte figura de quien gobernó el club entre 1995-2007 generó que Román redoble la apuesta y sea candidato a presidente por parte del oficialismo, intercambiando roles con Jorge Amor Ameal.

Macri Ibarra, la fórmula de la oposición.
Riquelme-Ameal, la fórmula del oficialismo.

Riquelme y Macri tienen muchísimas diferencias: sus orígenes, formación, ideología política, formas de entender el fútbol y la vida. Pero ambos tienen la misma obsesión: ser parte de la estructura y la toma de decisiones de Boca. Ahora, a 21 años del histórico Topo Gigio, ambos ponen la cara y se enfrentarán en las elecciones más importantes de la historia del club. Los jueces serán los socios, que el sábado 2 de diciembre eligirán qué modelo quieren para el futuro del Club Atlético Boca Juniors.

¿Qué dijo Macri sobre el enfrentamiento con Riquelme en las elecciones?

“Es lo más doloroso. Yo lo traje a Boca (Riquelme) de las inferiores de Argentinos Juniors. Lo volví a traer aprovechando el conflicto que tenía con Villareal, donde me acusaron que había roto el chancho porque costó una fortunaGanamos la Libertadores 2007, que fue el mejor campeonato para mi que jugó en su historia en Boca”, dijo el ahora candidato a vicepresidente de Boca en diálogo con TyC Sports.

¿Qué le dijo Riquelme a la lista opositoria?

En diálogo con Radio 10, Juan Román Riquelme se refirió a las elecciones y fue contundente con la oposición: “La elección es muy simple, nunca va a ser tan claro. Tenés que elegir. ¿Querés seguir siendo club de futbol? ¿O querés que te usen el club para hacer política?”. Y siguió: “El club estaba con deudas, ahora está una maravilla. Yo nunca fui empleado de este gente y eso les moelsta”.

Encuesta ¿Qué lista ganará el 2 de diciembre en Boca?

¿Qué lista ganará el 2 de diciembre en Boca?

Juan Román Riquelme - Jorge Amor Ameal
Andrés Ibarra - Mauricio Macri

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