Minutos antes de que finalice su partido despedida, Juan Román Riquelme habló para el público y cerró con un breve discurso en el círculo central del campo de juego de La Bombonera.
El máximo ídolo se acordó de Diego Armando Maradona y decidió rendirle un sentido homenaje quitándose su camiseta y poniéndose la número 10 con el apellido del campeón del mundo en México 1986.
La cancha se vino abajo, la hinchada gritó por Pelusa y el clásico “vale 10 palos verdes, se llama Maradona…” retumbó por toda la Ribera.
Quienes llevan adelante el manejo de las redes sociales de Diego subieron una imagen acompañada por un “GRACIAS ROMÁN” y un “GRACIAS BOCA”, más corazones azules y amarillos, dejando en claro lo bien que cayó el gesto del vice boquense.
Además, Dalma, una de las hijas del Diez, también se mostró agradecida en Instagram con Riquelme. Grieta absolutamente cerrada.