Boca tropezó en Santa Fe y expuso la peor imagen desde que Diego Martínez asumió en el cargo de entrenador. El equipo no estuvo a la altura en ningún momento del partido contra Unión, pateó una sola vez al arco (Zenón a los 35 minutos del segundo tiempo) y retrocedió varios casilleros en cuanto al nivel colectivo e individual.

Además, dejó escapar una buena chance para acomodarse en el lote de los primeros cuatro equipos y quedó sin margen de error de cara a los próximos cinco encuentros que se le vienen: dos clásicos (Racing y San Lorenzo), la visita a UNO, un viaje a Rosario y el cierre frente al líder Godoy Cruz. Preocupante.

Caras largas tras la caída en Santa Fe frente a Unión. Foto: Getty

Un equipo que no logra consolidarse: el dato que lo expone

La última vez que Boca ganó dos partidos seguidos fue a mediados de 2023: el 24 de julio le ganó 2-1 a Newell’s de local y el 29/7 se impuso 2-0 frente a Independiente en Avellaneda. A partir de allí pasaron 33 encuentros al hilo sin dos victorias de forma consecutiva. El dato arrojado por el periodista Lucas Beltramo explica demasiadas cosas, entre ellas la irregularidad.

El empate en el Monumental vs. River había dejado buenas sensaciones. Lo mismo el triunfo ante Belgrano de local, que también sirvió para que Edinson Cavani se destape y anote su primer triplete. Sin embargo, todo fue demasiado efímero.

Clasificar pasó a ser casi una obligación

Hasta el momento en que fueron escritas estas líneas, Boca se está quedando afuera de la zona de playoffs de la Copa de la Liga por segunda vez al hilo. El equipo todavía tiene chances, depende de sí mismo, pero no puede perder más puntos si no quiere complicarse.

En el segundo semestre del 2023, el Xeneize descuidó el plano doméstico y tuvo como consecuencia algo que todavía duele: la no clasificación a la actual edición de la Copa Libertadores de América. Prohibido repetir errores del pasado.

Diego Martínez, 101% autocrítico

Liego del pésimo partido de su equipo frente a Unión, el técnico de Boca se sentó en la conferencia de prensa, atendió a los periodistas y no se calló nada en los micrófonos: “Fue nuestro peor partido. Al equipo le faltó fluidez, le faltó frescura“.

Quizá, su frase sincera y en concordancia con el pensamiento de la mayoría de los hinchas haya sido lo mejor de una noche para olvido.