Mientras sigue el día a día y el futuro del plantel profesional de Boca, Juan Román Riquelme también piensa en el otro gran aspecto que marca la vida de los hinchas: el futuro de La Bombonera. En las últimas horas, se supo que una medida del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires podría darle aún más aval a su decisión de no negociar con los vecinos.

¿De qué se trata? Este jueves habrá una discusión en la Legislatura Porteña que derivará en la confección de una lista de bienes históricos de la Ciudad y algunas propiedades que están sobre la calle Del Valle Iberlucea, frente al estadio de Boca, podrían entrar en esa nómina.

El plan de Riquelme con La Bombonera.

Esto implica que el club no podría comprar esas casas para realizar la ampliación de La Bombonera. De todas maneras, en la dirigencia hay tranquilidad con respecto al tema porque la decisión que se tomó hace varios meses es afrontar un plan sin necesidad de adquirir más terrenos. El proyecto que quiere Riquelme no depende de nadie.

Qué dicen en Boca sobre el futuro de La Bombonera y las casas de los vecinos

Fuentes importantes del club le informaron a Planeta Boca Juniors que la noticia de este proyecto de ley de la Legislatura no cambia el plan que decidió Riquelme hace tiempo. Por el contrario, pareciera que avala la idea del presidente de no negociar con los vecinos e ir por un proyecto que no necesite de nuevos terrenos.

La decisión empezó a tomarse por impedimentos legales y derivó en un proyecto que responde a todas las incógnitas. “Más de 50 casas no tienen papeles y eso podría llevar años. Por eso no se habló nada“, aseguran en Boca. Por eso no hay preocupación por esta posible declaración de bienes históricos a algunas casas: “En nuestro plan no nos haría falta“.

Cómo es el proyecto de Riquelme para ampliar La Bombonera sin comprar las casas de los vecinos

Sin poder agrandarse hacia atrás los palcos, el proyecto de Riquelme busca hacerlo en la dirección opuesta. Aprovechar los metros que la platea baja puede correrse hacia las vías para también correr el campo de juego y “ganar espacio”, para luego demoler los palcos actuales y construir una estructura con plateas bajas y medias.

El plan contempla varias etapas y la dirigencia sostiene que ahora se están haciendo todos los trabajos previos para dejar para el final la construcción de esa nueva estructura. En ese tramo final, el club deberá mudar su localía a otro estadio.

La obra fue tasada en una cifra cercana a los 100 millones de dólares y el equipo de contadores de la institución calcula que podría pagarse con la venta por tres años de los nuevos palcos, pasarán de ser 86 a 240. El aforo pasaría a tener entre 71.000 y 84.000 personas, dependiendo de las habilitaciones de Seguridad.