A pesar de las expulsiones de John Kennedy y Frank Fabra, la final de la Copa Libertadores entre Boca y Fluminense no tuvo demasiadas polémicas. Aún así, la mano dentro del área de Guga en tiempo suplementario que podría haber resultado en un penal favorable al Xeneize, fue un tema de conversación y te contamos por qué no se cobró.
Corrían 16 minutos del primer tiempo suplementario de la final, y Fabra -todavía en cancha- llegó al fondo, cuerpeó con Guga y el jugador brasileño cayó sobre la pelota con su brazo. Con ello tocó el balón con la parte interior de su bíceps y parte de su pecho. Luego volvió a tocarla con el antebrazo, con el brazo ya apoyado sobre el césped. Sin embargo, para Wilmar Roldán, árbitro del partido, y para Juan Lara, el principal del VAR, la jugada no fue sancionable.
En esta jugada, tanto Roldán como Lara consideraron que la mano de Guga fue como consecuencia de una caída, en un movimiento natural del cuerpo. Por ello se la consideró como una ‘mano de apoyo’ por parte del jugador brasileño, sin intención de jugar la pelota con esta parte del cuerpo.
De acuerdo a la reglamentación actual, se considera que una mano es de apoyo cuando es “consecuencia del movimiento del cuerpo en esa acción concreta”, por lo que poner la mano para frenar el golpe contra el suelo y la posición en la que lo hizo Guga fue algo natural.
La jugada del posible penal contra Fluminense, una jugada de interpretación
Con lo mencionado, la mano de Guga en esta jugada recae entonces en una reglamentación que pasa ya por la interpretación de los árbitros del partido. En este caso, tanto Roldán, en la jugada, como Lara en la revisión, consideraron que se trataba de un movimiento natural y la mano se consideró como ‘mano de apoyo’, por lo cual no se cobró el penal.
Esta jugada fue la que derivó en el tumulto más importante de todo el partido, y en la expulsión de Frank Fabra (bien expulsado), pero hablamos de una situación que se pudo haber cobrado para un lado o para el otro, de acuerdo a la interpretación de los árbitros.
Cabe destacar que la mayoría de los profesionales consultados al respecto, y que han dado su opinión pública, también consideran que la mano de Guga no debió sancionarse, tal y como sucedió en el partido.
Lo próximo para Boca
Con Mariano Herrón al frente del equipo hasta fin de año tras la renuncia de Miguel Almirón, Boca tendrá dos desafíos antes de iniciar el 2024: ganar la Copa Argentina y clasificar a la Copa Libertadores 2024.
En caso de cumplir el primero, automáticamente conseguirá el segundo. De lo contrario, se verá obligado a quedar entre los cuatro primeros de la tabla anual del fútbol argentino. Hoy por hoy, se encuentra noveno, pero a sólo tres puntos del cuarto puesto.