Jugar en Boca no es para cualquiera. En cada mercado de pases algunos futbolistas llegan como figuras y son recibidos como grandes promesas por su proyección o su buen andar en clubes anteriores. Pero el Xeneize es distinto, y está claro que no todos soportan el día a día en el Único Grande.

Lautaro Acosta se sumó al club a mediados de 2012 mientras Julio César Falcioni era el DT. El delantero había tenido un buen paso por Lanús y venía de estar cedido en el Racing de Santander. Tras la salida de Pablo Mouche, el surgido en el Sur del Gran Buenos Aires asomaba como su reemplazo natural.

Sin embargo, el propio jugador reconoció que no le fue como esperaba. “Llegué a un club muy popular como Boca donde la presión era muy grande, me costó llevarla y estar cómodo“, señaló el Laucha en diálogo con El Grito Sagrado.

Si bien el primer semestre fue bueno, en el segundo no era prioridad y empecé a perder confianza. Necesité la ayuda de un terapeuta“, confesó el exdelantero del Xeneize.

La historia de Lautaro Acosta en Boca

El Laucha Acosta se sumó a Boca en el invierno del 2012, semanas después de que el club perdiera la Copa Libertadores y Juan Román Riquelme se alejara del equipo unos meses. Había estado a préstamo en el Racing de Santander pero llegó libre del Sevilla como reemplazo de Pablo Mouche, quien había sido vendido al fútbol turco.

El Emperador lo hizo debutar en el empate 3 a 3 por Copa Sudamericana frente a Independiente. Peleó el puesto con los delanteros y se lo ganó cerca del final del semestre. Sin embargo, con Carlos Bianchi sumó cada vez menos minutos y algunas lesiones complicaron su paso.

En total sumó 29 partidos, no convirtió goles y tampoco logró títulos con la camiseta de Boca. Para mediados de 2013 pasó a Lanús, donde hoy continúa jugando y es ídolo de la institución.

La revelación del Laucha Acosta sobre el tratamiento de su rodilla

Lautaro Acosta padece una importante lesión crónica en una de sus rodillas y debió hacerse el mismo tratamiento que Rafael Nadal para poder seguir jugando al fútbol. “Estoy haciendo un tratamiento en el que se me saca grasa. De ahí se sacan las células madres y las mandan a cultivar“, señaló hace un tiempo en ESPN.