Boca tuvo un gran mercado de pases a nivel ventas. El Xeneize hizo caja y mucha: transfirió a Luis Vázquez al Anderletch, Mateo Retegui al Genoa y Alan Varela al Porto. Entre los tres, sumó más de 20 millones de dólares. Pero el último de los nombrados le dejó un dolor de cabeza a Jorge Almirón.
Está claro que el DT todavía no tiene claro quién debe ser el cinco de Boca. Una de sus primeras decisiones apenas llegó al club fue pedir el regreso de Jorman Campuzano, quien fue su volante central en Atlético Nacional. Pero el colombiano no parece estar al nivel que recordaba el entrenador.
Le dio la chance ante Platense, Sarmiento y Tigre. En los tres compromisos quedó en “debe” y fue reemplazado. Cuando las papas quemaban, fue a lo seguro: en los cuartos de final ante Racing apostó por el doble cinco conformado por los Fernández, Guillermo y Ezequiel.
Pero, para su efectividad, Jorge implementó una línea de cinco que parece difícil de mantener en el tiempo. Pol y Equi, juntos se complementan. Pero ninguno parece sentir la posición en soledad, algo clave a la hora de jugar con un 4-3-3.
Acá es donde asoma una opción que pide pista desde Boca Predio. Mauricio Benitez fue la figura del Xeneize en la Copa Libertadores Sub-20 y muchos hinchas piden que tenga minutos. Sin embargo, las instancias finales de Copa Libertadores no parecerían el contexto ideal para que haga sus primeras armas. ¿Cómo lo resolverá el DT?
¿Boca puede traer un cinco?
Si vende o presta al exterior, Boca tiene tiempo hasta el 12 de septiembre para incoropar a un volante central. Sin embargo, esa chance está casi descartada y el Xeneize afrontaría las semifinales con el plantel actual.
¿Por qué Almirón pidió a Campuzano?
Antes de llegar a Boca, Jorman Campuzano mostró su mejor versión y deslumbró a los directivos del Xeneize en Atlético Nacional de Medellín. Su entrenador, en aquel entonces, era Jorge Almirón. El DT apostó por un nombre que ya conocía.