El Boca de Almirón empieza a sentirse cada vez más cómodo jugando en La Bombonera. Desde el arribo del entrenador, el equipo hizo de su casa una fortaleza y sacó buenos resultados en condición de local.
En lo futbolístico también aparecen algunas cuestiones positivas, más allá de ciertos tropezones que obligan a seguir corrigiendo, y la ilusión de los hinchas crece de cara al segundo semestre de la temporada.
Las estadísticas respaldan el trabajo hecho hasta entonces e indican que de los últimos 9 encuentros jugados en Brandsen al 805, el equipo ganó 7, empató 1 y cayó en otra oportunidad.
La última vez que el Único Grande se fue con las manos vacías fue el 15 de abril contra Estudiantes (LP). Después de eso, llegaron las victorias ante Deportivo Pereira, Racing, Belgrano, Tigre, Colo Colo, Monagas y Sarmiento, y el empate en uno vs. Lanús.
El aliento de la hinchada juega un rol importante, pero ahora el foco deberá estar puesto en conseguir esa regularidad tan necesaria para transformarse en un equipo confiable. El jueves, en Santa Fe, la primera prueba.