Una de las épocas más gloriosas en Boca se dio de la mano de Carlos Bianchi como entrenador. Después de las consagraciones a nivel local, el Xeneize vivió un año dorado a comienzos del milenio. Tras la obtención de la Copa Libertadores, llegó otra hazaña histórica en Tokio al vencer a Real Madrid por la Copa Intercontinental.
Y la frutilla del postre se dio unos días más tarde en La Bombonera. El 17 de diciembre coronó una temporada dorada al conseguir la triple corona con el Torneo Apertura. En aquella fecha, venció por 1-0 a Estudiantes de La Plata y Matías Arce fue tapa de todos los diarios, al ser el autor del gol de la victoria.
+ Ya es oficial: Boca y un importante movimiento estratégico en Bangladesh
+ Tres regresos y una duda: el posible once para recibir a Defensa
Pasaron más de dos décadas y la figura de aquel encuentro recordó todo lo vivido con el club de la Ribera en una entrevista con La Nación: “Son cosas que a uno lo marcan, que quedan por siempre en la historia y la gente te lo hace saber. Quisiera retroceder todo para tener de nuevo 18 o 19 años y jugar en la primera de Boca, es un sueño estar en esa cancha“.
Luego de aquella vuelta olímpica, Matías fue cedido a Belgrano donde tuvo una gran temporada. Al regresar de su paso por el Pirata, tomó una decisión de la cual hoy se arrepiente: “¿Sabés qué lindo seguir jugando en Boca? Eso me mata a mí. ¿Por qué me voy? ¡Ay, Dios! Yo tenía que esperar a que venga el plantel de primera, ¡y me voy a Gimnasia! Esa fue la equivocación mía, irme de vuelta“.
“En un momento no tenía volantes. Boca jugaba con volantes centrales. Eran todos cinco y faltaban volantes, entonces ahí debuta (Nahuel) Fioretto, gente que empezó a sacar desde abajo porque no tenían y me fui, y yo sabía que, luchando, podía pelear un puesto de titular. Pero son cosas de pibe, que querés irte a jugar, y no te das cuenta donde estas”, cerró Arce.