Jugar en Boca puede ser una fuerte presión. Para muchos jugadores, vestir la camiseta del Único Grande es una mochila muy pesada y no pueden soportar la exigencia que hay en el Xeneize. Pero otros futbolistas, lograron sortear esa dificultad y entraron en la historia grande del club. Cuando hablamos de etapas doradas en el conjunto de la Ribera, es inevitable no recordar a Marcelo Delgado.
El “Chelo” fue una de las piezas claves en el Boca dirigido por Carlos Bianchi. Pero como a todos los jugadores, no siempre los momentos que se viven son buenos. El ídolo atravesó complicaciones en el Único Grande, y destacó una puntual: la derrota contra el Bayern Múnich en la Intercontinental del 2001.
La expulsión frente al Bayern Múnich, el peor momento en la carrera de Marcelo Delgado en Boca
La derrota en aquella final contra el Bayern Múnich fue y es dolorosa. La forma en la que el equipo alemán convirtió el único gol del partido, quedó para siempre en el ojo de la tormenta. Pero otro de los momentos más complicados del partido, fue cuando Marcelo Delgado fue expulsado.
El delantero se ganó la doble amarilla y fue expulsado promediando el primer tiempo. La primera fue cuando desoyó el silbato del polémico árbitro danés Kim Nielsen. La segunda llegó luego de que haya simulado un penal ante la salida de Oliver Kahn, que el juez no terminó creyendo.
Sin dudas una jornada complicada para el “Chelo”.Luego de lo sucedido, Delgado se mostró autocrítico por sus actitudes y se sinceró. “Fui muy infantil y lo terminé pagando caro. No puedo decir nada, la expulsión fue correcta. Lo que no comparto es el fallo de la primera amarilla, ya que no sentí el pitazo del referí. Esa amonestación complicó todo”, manifestó.
Los dos goles a River en el Apertura 2002: la redención del Chelo Delgado con el hincha de Boca
Aquella noche para el olvido en la capital japonesa le valieron varias críticas por parte de los hinchas. Pero de a poco pudo ir levantando su renidmiento y contra river fue su redención. El delantero tuvo una grandísima actuación ante el conjunto de Núñez, porque con dos golazos suyos, bajó al eterno rival de la lucha por el Torneo Apertura 2002.
De esta manera, pudo recobrar el cariño del hincha de Boca quien lo había criticado duramente tras la negra jornada que atravesó en el duelo ante los alemanes. Aún así, el “Chelo” ya venía haciendo méritos. Eligió quedarse en el club, cuando tuvo una oferta del fútbol danés, muy tentadora en el aspecto económico, e incluso sin tener la titularidad asegurada. Sin embargo, la lesión de Guillermo Barros Schelotto le facilitó las cosas.