Formarse como futbolista en Boca es un privilegio para cualquiera. Algunos logran trascender tras el debut en Primera y asentarse en equipos que logran ser históricos. Otros no corren la misma suerte y necesitan alejarse de la institución para poder lograr una carrera importante en otro lado.

Uno de ellos fue Mauro Boselli, exdelantero surgido en el club, que fue la sombra de Martín Palermo un año después de debutar con la camiseta azul y oro. Sin embargo, sus cualidades le permitieron brillar en Estudiantes, ser campeón de América allí y dar el salto a Europa.

Luego de un breve paso por el Wigan, fue cedido al Genoa de Italia, donde si bien jugó poco dejó una huella imborrable. En un encuentro contra la Sampdoria, clásico de la ciudad, convirtió un gol que terminó condenándolo al descenso.

El atacante convirtió el 2 a 1 de su equipo en tiempo de descuento y mandó al equipo a la segunda categoría. Lo curioso es que en esa temporada 2010-11, el futbolista solamente sumó 7 apariciones y dos conquistas. Por este motivo, inmortalizaron su nombre en una de las calles de la ciudad, que tiene su mismo apellido.

La revelación de Mauro Boselli sobre su etapa en Boca

Mauro Boselli debutó como profesional en Boca en un recordada goleada en contra por 7 a 2 ante Rosario Central, mientras la Primera festejaba la obtención de la quinta Copa Libertadores. Cuando por fin logró entrenarse de forma permanente con los más grandes, Martín Palermo había regresado al club.

Sin dudas, el delantero quedó muy relegado y solamente iba de arranque cuando reservaban al Titán para un duelo internacional. “Para mí fue un gran maestro. Yo en ese momento tenía bronca, estaba enojado, quería jugar“, recordó Boselli en diálogo con Rembo sobre sus primeros pasos en el Xeneize.

¿Nunca va a salir? Decía yo. Pero después lo entendí. Aprendí un montón con enojos, con fastidio pero me hizo entender mucho“, señaló Mauro, reflexivo al cumplirse más de un año de su retiro.

Los números de Mauro Boselli en Boca

Mauro Boselli debutó en Boca con 19 años en una dura derrota ante Rosario Central como visitante. Luego le tocó ser suplente de Martín Palermo durante años. En todo ese tiempo sumó 59 partidos, 11 goles y un único título muy recordado: la Copa Libertadores 2007.