No debe haber cosa más linda que tu equipo de fútbol o ciertos jugadores te representen adentro de la cancha. Al fin y al cabo, uno va a ver a su cuadro con el deseo de que los que cumplen el sueño de millones entiendan de qué va la cosa.
Cristian Medina se convirtió en el dueño del mediocampo. El número 36 no se esconde, la pide siempre, la pierde poco y se encuentra cada vez más seguido con el gol. Lamentablemente, nos durará poco, por eso hay que disfrutarlo.
Valentín Barco es otro de los pibes que le roba ovaciones hasta a los que vieron a las grandes glorias, pero todavía creen en que pueden surgir nuevos ídolos. Personalidad absoluta para absorber la presión de jugar en el Único Grande e ir siempre para adelante.
El funcionamiento colectivo toca picos altos, La Bombonera se convirtió en una fortaleza y el nivel de varios futbolistas es acorde a la exigencia de la camiseta más pesada del país. El Boca de Almirón empieza a mostrar cosas interesantes e ilusiona de cara a futuro. A octavos de final con ilusión.