A lo largo de la historia de Boca, distintos jugadores fueron convirtiéndose en ídolos y quedando en la memoria de la gente. Algunos por su forma de jugar, otros por goles o títulos. Pero hay un grupo selecto que tiene el ADN Xeneize y que es imposible pensar la historia del club sin ellos en sus páginas.
Antonio Rattín es uno de esos tantos símbolos que pasaron por la institución y, en su caso particular, solamente vistió los colores azul y oro como futbolista. Mientras se preparaba en las inferiores con el sueño de llegar a Primera, no vivía en las mejores condiciones junto a su famiila.
La increíble historia de Rattín: de no tener baño en su casa a ser leyenda en Boca
Antonio Rattín vivía en una isla en el Delta del Tigre, y no contaba con muchas de las cosas consideradas “básicas”, según reveló hace un tiempo en El Gráfico: “¡¿Qué luz ni gas?! Nada. Teníamos cocina a leña, lámpara a kerosene y plancha a carbón. Mi vieja lavaba y planchaba para la gente de la isla, y yo repartía con el bote y sumábamos unos pesos“.
Y aún cuando se fue de la isla, la situación no se modificó mucho: “Cuando nos mudamos a Tigre tampoco teníamos baño. Había un excusado al fondo, de madera, sin inodoro. Iba todo para el pozo negro, ni siquiera tenías que tirar agua“.
Incluso, contó cómo afectó su llegada al primer equipo para poder acceder a mejores condiciones: “Para bañarnos nos llevábamos dos baldes de agua fría. Recién tuvimos inodoro en casa al año de debutar en la Primera de Boca“.
Y el arreglo se dio de la forma más curiosa posible, una tarde en la que el presidente debió pasar por su casa justamente para ir al baño. “De Riglos se quedó charlando con mis viejos, en un momento pidió ir al baño y lo mandaron al fondo. Cuando me subí al auto me dijo: “Rata, pasá presupuesto para instalar el baño”. Yo había debutado el año anterior“, reveló Rattín.
Para 1957, el Rata ya tenía toda la instalación, pero el club se lo hizo a cuenta: “Ese año entero, lo jugué por el baño completo de mi casa“. Así fue el comienzo de una increíble historia que terminó con 14 temporadas consecutivas vistiendo la camiseta azul y oro, como referente y capitán.
Antonio Rattín: un debut Superclásico y una carrera dedicada a Boca
Hoy por hoy, es casi imposible que un jugador del fútbol argentino se quede durante toda su carrera en la misma institución. El hecho de poder mostrarse e ir a cualquier club del mundo a ganar dinero cambió bastante la ecuación. A su vez, la economía de Argentina hace que algunos vayan detrás del porvenir asegurado a través de un jugoso contrato en el exterior.
Pero a mediados del siglo XX la vida era muy distinta. Por entonces, Antonio Rattín jugaba en Boca y, habiéndose ganado el corazón de los hinchas, decidió quedarse del principio hasta el final de su carrera en el cuadro azul y oro.
Su primer partido fue en un triunfo 2 a 1 frente a River en La Bombonera, con 19 años y teniendo que marcar a Ángel Labruna. Fueron 14 temporadas consecutivas para él en el Xeneize con 382 partidos jugados, 28 goles y 4 títulos locales.