El próximo sábado 4 de noviembre se disputará la gran final de la Copa Libertadores de América en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, Brasil. Allí estará Boca, que deberá verse las caras con Fluminense para determinar quién es el mejor equipo del continente.

Una multitud xeneize copará las calles de una las ciudades más emblemáticas de dicho país y cruzará la frontera con el objetivo de ver nuevamente al Xeneize en la cima del continente.

RIO DE JANEIRO, BRASIL – Getty

Hace algunas semanas, CONMEBOL sacó a la venta una tanda de plateas para el encuentro, pero ahora se espera que se vendan las de las cabeceras que están detrás de los arcos y que tendrán precios más accesibles para los fanáticos.

Según informa Google, la capacidad total de la cancha es de 78.838 personas, por lo tanto se estima que haya cerca de 30 o 35 mil simpatizantes del Único Grande ese fin de semana.

También se espera que Boca comunique si los socios y/o abonados tendrán prioridad para la compra de los tickets. Lo cierto es que los pasajes en avión están casi agotados y algunos analizan la posibilidad de trasladarse por tierra. Río será una fiesta y teñirá de azul y oro.

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